Santa Lucía (13 de diciembre) Breve historia y su representación en el Arte


 

La vida de Santa Lucía, situada a comienzos del siglo IV, fue recogida en el compendio de biografías de santos de Santiago de la Vorágine, la Leyenda Dorada, del s. XIII.

La representación de Santa Lucía como figura aislada se distingue por su atributo más característico: los ojos sobre una bandeja o en una copa (raras veces los lleva en la mano, como si fuesen flores al final de un tallo, o  clavados en la punta de un puñal o pincho). Sin embargo, este atributo de los ojos no aparece antes del siglo XIV, así que no lo hallaremos en los ejemplos más antiguos.

Otros atributos habituales, que pueden aparecer por separado o agrupados, son: el libro (alusivo a su sabiduría), la palma del martirio (símbolo común a todos los santos mártires), la espada, cuchillo o puñal (alusivo a la lanza que le atravesó la garganta) que puede acompañarse de rayos de luz irradiando de la herida de su cuello, un buey pisoteado bajo sus pies (alusivo a los bueyes que no pudieron arrastrarla hasta el prostíbulo), llamas en los pies (alusivos al martirio en la hoguera) y la lámpara encendida o el cirio en la mano (símbolos parlantes que aluden a la etimología de su nombre).

Respecto a su indumentaria y aspecto físico, suele vestir túnica y manto romanos, o un suntuoso vestido que varía en función de la moda imperante. Lleva larga cabellera y corona de flores o de princesa, como otras santas vírgenes.

También se representaron en la Edad Media los diferentes episodios de la vida de Lucía, aislados o agrupados a modo de ciclo. Estos episodios son los que recoge Santiago de la Vorágine, siendo uno de los más frecuentes el de los bueyes.

***Más información y más completa en el siguiente enlace:
https://www.ucm.es/bdiconografiamedieval/santa-lucia-de-siracusa

No hay comentarios:

Publicar un comentario