Un fuego ardiente Mt 16,21-27 (TOA22-14)

“Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; me forzaste y me pudiste” (Jer 20,7). Ningún texto de Jeremías es más conocido que este que hoy se lee en la celebración de la Eucaristía.
No es fácil transmitir la palabra de Dios a los que no la quieren escuchar. El profeta se lamenta ante Dios porque el ejercicio de la misión recibida de él no le ha acarreado más que burlas, desprecios y persecución.
Por eso, el profeta ha querido también él desoír la palabra de Dios para no hablar más en su nombre. Pero no le ha sido posible. Aquella palabra era en sus entrañas como fuego ardiente. Hubiera deseado ignorarla, pero no le fue posible.

LA TENTACIÓN

 En Cesarea de Filipo Pedro confesó a Jesús como el Hijo de Dios. Sin embargo, aquella confesión tan explícita podía ser ambigua. Muchos esperaban un Mesías guerrero y triunfador. Pero Jesús explicó a sus discípulos que su camino llevaba al padecimiento, a la muerte y también a la resurrección (Mt 16,21-27).
Pedro estaba dispuesto a aceptar a su Maestro como el Mesías de Dios. Pero aquella perspectiva de dolor y de muerte le inquietaba profundamente. En primer lugar, por amor a su Maestro. Y, además, porque su ideal del Mesías no incluía el fracaso.
Las habituales traducciones de las palabras de Jesús suenan con una tremenda dureza. Parece que Jesús identificara a Pedro con el demonio y pretendiera arrojarlo lejos de sí. Olvidamos que “Satanás” significa “tentador”.
El problema es que, inspirado por Dios para reconocer a Jesús como el Mesías, Pedro no piensa como Dios, sino como los hombres al imaginar el mesianismo de su Maestro. Jesús dice a Pedro que no sea una piedra de tropiezo en su camino. Y que se coloque “detrás de él”, es decir que acepte su llamada a seguir a su Maestro. “Detrás  de mí”: esa es la clave.

EL SEGUIMIENTO

A esa respuesta particular une Jesús una propuesta universal: “El que quiera venir detrás de mí, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga”. El seguimiento de Jesús exige cambiar la mentalidad para no pensar como los hombres sino como Dios. 
• Salvar la vida y perderla. Los hombres nos exhortan a salvar la vida a toda costa. Pero una actitud de acedia y de pereza en la evangelización, como dice el Papa Francisco, solo nos lleva a perder el sentido de la existencia.  
• Perder la vida y encontrarla. Por el contrario, quien se entrega por amor a Dios y por amor a su pueblo, como recuerda también el Papa, ha encontrado el sentido más profundo de su vida y los motivos últimos de la evangelización.
• Ganar el mundo y malograr la propia vida. La mundanización es otra de las tentaciones del evangelizador, según el Papa Francisco. Ganar el mundo, sus riquezas y sus honores podrá dar alguna satisfacción pero no garantiza la fidelidad al Señor ni la felicidad humana.

¿Habéis terminado de echarnos el sermón?

Este libro parte de una premisa: la homilía "está enferma", existen graves deficiencias en la predicación dominical, como ya advirtiera Benedicto XVI en la exhortación Verbum Domini. Muchas homilías son aburridas, largas y desmotivadoras para los fieles. Mediante divertidas anécdotas y atinados ejemplos, el autor va desgranando los defectos más comunes en la predicación, ofrece consejos para que la homilía recobre interés y ayude a los fieles a descubrir el sentido de la existencia humana, y destaca las cualidades esenciales de una buena homilía: brevedad, claridad, ejemplaridad, centralidad en Jesús y en la Palabra de Dios. El libro presenta algunos predicadores modélicos (Bernardino de Siena, Domingo de Guzmán, Fulton Sheen, Juan Pablo I...) y ofrece una antología de textos sobre la predicaci n y unaamplia bibliografía sobre el tema. 

Editorial San Pablo
Autor Claudio Dalla Costa
 Número de páginas: 200
ISBN: 9788428545099
Precio 14 euros

15 formas de orar durante las vacaciones (Autoevaluación)

1.- Cuando te despiertes por la mañana respira hondo, sonríe, y da a un aplauso a Dios. Se lo merece.
2.- Ríete un poco de todo lo que no funciona a tu alrededor. No merece la pena que te enfades, y además con los enfados no se arregla nada. Cambia el entrecejo por la sonrisa.
3.- Conecta con Dios cuando estés en contacto con la naturaleza, cuando estés con los amigos o en familia, cuando estés a solas. El siempre está a la escucha. No trabajes sólo por El, aprende a gozar estando con El.
4.- Cuando te encuentres con alguien, ten siempre en la mochila una historia de salvación y de bienaventuranza para contar. Como María, ¿recuerdas?
5.- Mantén una línea de creatividad y de belleza en lo que haces, piensas o compartes. Ya sabes que el ejercicio desentumece los músculos y que la belleza es una de las formas más bonitas de contar a Dios.
6.- Crea en torno a ti un espacio ecológico donde se respeten especies tan raras como la reconciliación, la tolerancia, el respeto, la sensibilidad, el cariño.
7.- Dedica tiempos para estar contigo y para descansar. Te lo mereces. No cruces deprisa el camino del corazón y haz fiesta.
8.- Abre tus manos para compartir la vida. Siempre queda algo de fragancia en la mano del que ofrece rosas.
9.- Pon el adjetivo “samaritano” a tu comunidad cristiana, a tu familia, a tus amigos, a tu corazón. Además de quedar bonito, tiene y comunica el buen olor de Jesús.
10.- Apúntate cada día al Evangelio. Procurar dedicar al menos un minuto a leer una frase del Evangelio. Míralo como un hermoso proyecto para la humanidad del siglo XXI.
11.- Entra cada día en la presencia de María y en ella contempla un principio de gozo y plenitud, de belleza y esperanza.
12.- Sé la expresión viva de la amabilidad de Dios. Regala siempre una sonrisa a quien encuentres en tu camino.
13.- No comiences la jornada sin tomar conciencia de que Dios está contigo. Y cuando llegue la noche, abandónate en sus brazos.
14.- Lleva siempre en los labios una palabra de esperanza, en tus manos un gesto de paz, en tus pies un alivio para los que están en las orillas.
15.- Cuida la vida, cuida toda vida. Es una hermosa forma de parecerte a Jesús.

Fuente: www.cipecar.org

Los porqués de la Biblia

¿Por qué los hermanos de José le odiaban tanto? ¿Por qué Jesús dice a las personas desafortunadas que son dichosas? ¿Por qué resucitó Jesús de noche, sin que nadie lo viera? Si no se puede pronunciar el nombre de Dios, ¿cómo vamos a llamarlo? ¿Adán vivió realmente 930 años?... Estas y otras muchas cuestiones pueden surgir acerca de la Biblia. La tradición hebrea cree que el mejor modo para adquirir la sabiduría de la Escritura es hacer preguntas al texto sagrado. En este libro, la s preguntas de los niños guían al lector en el descubrimiento de la Bi blia y de sus misterios. Todo ello en 110 preguntas procedentes de la experiencia cotidiana de la autora. 


Editorial San Pablo
Autor: Roberta Taverna y Pietro Puccio (ilustrador)

Número de páginas: 152
ISBN: 9788428533171
Precio 18 euros
 

Las llaves del Reino Mt 16,13-20 (TOA21-14)

“Colgaré de su hombro la llave del palacio de David; lo que él abra nadie lo cerrará, lo que él cierre nadie lo abrirá” (Is 22,22). Después de un oráculo contra Sobná, mayordomo del palacio real, el profeta Isaías incluye otro oráculo a favor de Eliacín, que le ha de suceder en el cargo. La llave es el símbolo del poder que se le otorga en el palacio.
Es cierto que Eliacín tampoco será fiel a su oficio. Seguramente se dejó llevar por las exigencias de su propia familia. El profeta sugiere que con el tiempo este nuevo administrador sería incapaz de sostener esa carga que su familia impuso  sobre él.
 El Apocalipsis atribuye a Cristo esa llave de David (Ap 3,7). Y con ese hermoso título se proclama a Jesucristo en  una de las grandes antífonas del Adviento. 

LA PREGUNTA

Según el evangelio que hoy se proclama, Jesús se ha retirado con sus discípulos a la región de Cesarea de Filipo (Mt 16,13-20). Se ve que el Maestro ha querido buscar un lugar de descanso junto a las fuentes del Jordán y a las abundantes cascadas a las que ya se refería un levita desterrado (Sal 42,8).
 En ese lugar Jesús dirige a sus discípulos dos preguntas fundamentales. Lo eran ya para ellos y lo serán siempre para todo cristiano.
• “¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?” Esa pregunta no requiere la fe. Para responder basta la información. Los discípulos refieren que las gentes identifican a Jesús con Juan Bautista, con Jeremías o uno de los profetas.
• “¿Y vosotros quién decís que soy yo?” Esa pregunta interpela personalmente al discípulo. Exige una respuesta en la que dé cuenta de la propia fe. Simón Pedro respondió: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.

LA PROMESA

En su diálogo con Pedro, Jesús afirma que la respuesta de la fe no es posible si no es revelada por el Padre celestial. Como dice el Catecismo de la Iglesia Católica,  “Sobre la roca de esta fe confesada por Pedro, Cristo ha construido su Iglesia” (CCE 424).  Y añade una promesa y dos consecuencias.
• “Te daré las llaves del reino de los cielos.” La promesa de Jesús recuerda la profecía de Isaías sobre Eliacín. “El poder de las llaves designa la autoridad  para gobernar la casa de Dios que es la Iglesia” (CCE 553). 
• “Lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos.”  Según el mismo Catecismo, “el poder de atar y desatar significa la autoridad para absolver los pecados, pronunciar sentencias doctrinales y tomar decisiones disciplinares en la Iglesia” (CCE 553).
• “Lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos”. Evocando estas palabras, de nuevo el Catecismo nos recuerda que “la reconciliación con la Iglesia es inseparable de la reconciliación con Dios” (CCE 1445).

Los Salmos para niños

Este libro ofrece a los niños una oportunidad única para acercarse a los Salmos, textos bíblicos escritos hace miles de años que expresan lo esencial del alma humana: sus temores y sus penas, y también la alegría de sentirse vivo y la gratitud hacia el Creador. Cada Salmo aparece acompañado de un breve comentario explicativo adaptado al lenguaje infantil y de una bonita ilustración realizada por la autora, que permiten a los niños familiarizarse con estas oraciones de forma amena y divertida. 

Editorial San Pablo
Autor: Carmen Mª Hernández Alonso
96 páginas
ISBN: 9788428544429
Precio 4´50 euros

Para reir y rezar

Este libro, divertido, alegre y al mismo tiempo profundo, es el resultado de la vida, larga e intensa, de su autor. Son anécdotas vividas por él, en diversos lugares de España, de Inglaterra, de Paraguay o de Chile.

El lector entra en el libro con suavidad, llevado por una prosa sencilla y luminosa. Son historias breves, pero llenas de humor y de optimismo cristiano. Se habla de prostitutas que, si les tocaran millones a la lotería, los darían para los niños pobres. O del Ministro de Agricultura, en el Paraguay de Stroessner, que cuando una comisión internacional le recomendó tener cuidado con el monocultivo, respondió públicamente que él sabía muy bien cómo enfrentarse a los monos, a tiros y nada de trampas ni productos químicos. O del bigotudo policía municipal que insultó gravemente a un conductor por equivocarse de calle y luego resultó que dicho conductor era el Juez de Primera Instancia de aquella ciudad. O de la joven madre de Somalia, que devolvió los tres caramelos que le habían dado para su hijo, cuando el hijo murió. O de cómo se arreglaban tres albañiles españoles en Londres, para decir en inglés el nombre, dificilísimo, de la estación de Metro a la que iban. O del preso que no se suicidaba para no darles ese gusto a quienes no lo podían ver...

…Después de cada anécdota, se sugieren algunas ideas para meditar sobre lo que se ha leído y así acercarse más a Dios o aprender algo importante sobre psicología o sobre educación.

Editorial Desclée de Brouwer
Autor Manuel Segura
ISBN  9788433026989
Páginas 108
Precio 12 euros

¡Qué grande es tu fe! Mt 15,21-28 (TOA20-14)

“A los extranjeros que se han dado al Señor… los traeré a mi Monte Santo y los alegraré en mi casa de oración”. Así decía un oráculo introducido en el libro de Isaías (Is 56, 6-7). Se dice con frecuencia que Israel odiaba a los extranjeros. Pero hay en los profetas  una tradición que proclama la universalidad de la fe y de la salvación.
En este caso se propone que los prosélitos extranjeros sean admitidos en la comunidad siempre que acepten la alianza de Dios y se mantengan fieles a la fe y a los ritos propios de Israel.
Se percibe así que la comunidad de Israel  no está definida por la herencia de la sangre sino por la comunión en la misma fe, en la misma oración y en la misma esperanza.

EL ENCUENTRO

El evangelio recuerda el encuentro de Jesús con la mujer cananea  (Mt 15,21-28). Su gesto y su grito la identifican como la mujer dolorida, la orante tenaz, la creyente sincera.
Su hija estaba enferma. El texto nos recuerda que cuando una persona enferma, todos en su casa enferman de algún modo. Nada será igual en la rutina de cada día. Las relaciones cambian y se complican. Todos dependen de todos. Y todos han de apoyarse en todos.
En la mujer cananea se muestra la madre que dio la vida soñada y busca la salud para la vida amenazada. Ella nos recuerda que la enfermedad es personal e intransferible. Y que la salud ha de ser integral y verdadera o nunca lo será.
“¡Ten piedad de mí, Señor, hijo de David! Mi hija está malamente endemoniada.” Así ora en su dolor. A su plegaria sólo responde el silencio de Jesús y el apremio de sus discípulos que pretenden liberar a su Maestro de los mendigos de pan y de salud: “Concédeselo, que viene gritando detrás de nosotros.”

EL DIÁLOGO

El diálogo de esta mujer con Jesús es un modelo de oración y una revelación del proyecto salvador de Dios.
• “No he sido enviado más que a las ovejas perdidas de la casa de Israel.” La primera respuesta de Jesús resume la concepción mesiánica del pueblo hebreo.  Pero la mujer pagana insiste en la súplica que la ha sacado a los caminos: “¡Señor, socórreme!”.
• “No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos.” Esta segunda respuesta de Jesús presenta una nueva dificultad. ¡Quién nos diera el tono exacto de aquella insinuación! Seguramente hay en ella una alusión a un refrán popular.
• “Sí, Señor, pero también los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.” La mujer retoma aquella imagen. Cuando hay pan lo hay para todos. Y cuando hay gracia a todos alcanza y se desborda. La misericordia suplicada acerca y redime al suplicante. 
• “Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas.” La tercera respuesta de Jesús reconoce que la fe llevó a la mujer  a buscarle. La fe la enseñó a orar. Y la fe la ayudó a interpretar su propia suerte con ese humor tan cercano a la humildad.

Disfruta con las Parábolas

Este libro es una recopilación de las parábolas más significativas de la Biblia explicadas de forma fácil y sencilla para que los niños y niñas entiendan el mensaje de cada una de ellas. Además, cada parábola va acompañada de una reflexión y de una actividad o manualidad que complementa el valor o enseñanza que quería transmitir Jesús y la aproxima a la actualidad. Es un libro lleno de ideas originales y divertidas que permitirá disfrutar a niños, padres y profesores con el aprendizaje de la palabra de Jesús. Una buena ayuda para trabajar en familia, en las escuelas, en los centros lúdicos o en la catequesis.

Editorial Edebé
 Autor/a: Berta García Sabatés

Ilustrador/a: Francesc Rovira

ISBN: 978-84-236-8322-2
№ páginas: 192
PVP: 14,15 €

Disfruta con la Biblia

Disfruta con la Biblia comprende 43 episodios: 25 del Antiguo Testamento y 18 del Nuevo. Cada episodio está acompañado de recetas, manualidades, juegos, curiosidades y otras propuestas que refuerzan su mensaje principal. En definitiva, el libro que tienes en tus manos está lleno de ideas originales y divertidas, que resultan muy útiles para trabajar en familia, en las escuelas, en los centros lúdicos o en la catequesis.

Editorial Edebé
Autor/a: Berta García Sabatés
Ilustrador/a: Francesc Rovira
ISBN: 978-84-236-7070-3
№ páginas: 96
Tamaño real: 27 x 22,5
PVP: 14,15 €

El viento y la brisa, el mar y el temor Mt 14,22-33 (TOA19-14)

“Sal y aguarda al Señor en el monte, que el Señor va a pasar”. Así suena la voz que Dios dirige al profeta Elías, según se lee en la primera lectura de la misa de este domingo (1 Re 19,11). Elías fue elegido para restablecer  la fe en el verdadero Dios, en un momento en que el poder político había protegido y difundido el culto a Baal.
Consciente de su misión, Elías se dirige al monte Horeb. Bien sabe él que allí Dios se había revelado a Moisés y había ofrecido una alianza a su pueblo. Era preciso volver a los orígenes y reaprender el camino de la fe y de la fidelidad al Dios de la liberación.
 Elías esperaba descubrirlo en los grandes fenómenos de la naturaleza. Pero Dios no se presentó en el huracán ni en el terremoto ni en el fuego. Dios se mostraba finalmente en el suave susurro de la brisa.
Buena lección para los que esperamos una manifestación aparatosa de Dios y, mientras tanto, no prestamos atención a sus manifestaciones diarias. 

         EL MAR Y EL TEMOR

El viento huracanado aparece también en el evangelio que hoy se proclama. Mientras Jesús se retiró a orar a solas en el monte, sus discípulos navegaban en la barca, “sacudida por las olas porque el viento era contrario”  (Mt 14,24).
El relato parece una parábola en acción. El mar representa con frecuencia la fuerza del mal. En el mar encrespado, los discípulos se creen olvidados por su Maestro. Navegan con dificultad y, cuando ven a Jesús caminando sobre el mar, piensan que es un fantasma.
El Señor tiene una palabra de aliento para los que ha elegido: “¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!” Pedro quiere llegar a Jesús caminando también él sobre el mar. Pero el viento le atemoriza y comienza a hundirse. En ese momento invoca a su Maestro: “Señor, sálvame”.
Sólo la mano  de Jesús lo mantendrá a flote. Es necesario reconocer su presencia aun cuando brama el temporal.  En  los tiempos de serenidad y en la hora de la persecución.

FE Y CONFIANZA

Sólo cuando Jesús y Pedro suben a la barca, amaina el viento. Pasado el miedo, reaparece la fe de los discípulos.
• “Realmente eres Hijo de Dios”. Esa es la confesión de los discípulos. Jesús no los ha ignorado. No se desentiende de esa barca que representa y preanuncia a su Iglesia. Él está cerca de ella, aun en los momentos más difíciles. 
• “Realmente eres Hijo de Dios”. Jesús no es un fantasma. Sólo la falta de fe nos lleva a imaginarlo de ese modo. En medio de las borrascas de este mundo camina sereno el que es el Señor de la historia. En él, la voluntad de Dios se manifiesta sobre el mal y el pecado.
• “Realmente eres Hijo de Dios”. En Jesús se manifiesta el poder y la bondad de Dios. Él es el Hijo de Dios. Es el Maestro y el hermano de sus discípulos. Esta barca de la Iglesia ha de presentarse como un lugar de salvación y de acogida para los náufragos de hoy.

Ética para ser persona

Este libro está escrito para todo ser humano preocupado por su condición de persona. Ser persona es la condición que nos convierte en algo distinto a lo puramente instintivo y, por tanto, animal; y, por otra parte, todo aquello que nos aleja de la condición de objeto y nos reafirma en la de sujeto. Lo verdaderamente determinante para ser persona es la capacidad de desarrollar una dimensión moral. Un ser humano se convierte en persona cuando es capaz de analizar su propia conducta y sacar conclusiones sobre la misma, lo que le permite elaborar su conciencia.

Autor: Luis Miguel Notario Redondo
Editorial CCS
296 páginas
ISBN: 978-84-9023-077-0
Precio 22 euros

Mamá ¿Dios es verde? Mª Ángeles Robles Romero

La pregunta que le hizo Miguel, de 7 años, a su madre al contemplar la inmensidad y la belleza del mar en el Algarve dio origen y título a este libro, que recoge las conversaciones entre ambos sobre Dios y la fe y desgrana, con imágenes y palabras nuevas, a medida de los hombres y mujeres de hoy, conceptos como el ser todopoderoso de Dios, la Trinidad, el infierno, el seguimiento de Jesús, los milagros, la veracidad de la Biblia, la Navidad, la existencia de las diferentes religiones, la duda existencial, la Pasión, la Eucaristía, la Iglesia y su renovación, el compromiso con los pobres, los sacramentos, las virtudes y las bienaventuranzas. El resultado final no es sólo una conversación, sino una ayuda para muchos padres de hoy que se encuentran perdidos a la hora de transmitir la fe a sus hijos, que quieren hacerlo pero no hallan las fórmulas o herramientas adecuadas para hacerlo. 

Editorial S. Pablo
160 páginas
ISBN 978-842854197-8
Precio: 15 euros

Panes y peces Mt 14,13-21 (TOA18-14)

“Oíd, sedientos todos, acudid por agua también los que no tenéis dinero. Venid, comprad trigo, comed sin pagar vino y leche de balde”. Así invita Dios a su pueblo, según la profecía incluida en el libro de Isaías (Is 55,1-3) que se proclama en este domingo. 
 De sobra sabemos que en este mundo nadie da nada de balde. La comida es muy escasa en muchos países. La hambruna apenas disminuye, mientras avanza el desierto o las guerras acaban con los cultivos y los ganados.
Si Dios ofrece comida y bebida gratuitamente es que hemos entrado en el ámbito de lo extraordinario, de lo divino. El profeta pretende asegurar al pueblo de Israel, ya liberado del exilio, que la alianza que Dios ha hecho con él permanece firme.

LOS CESTOS DE LAS SOBRAS

En el evangelio de hoy se recuerda el episodio de “la multiplicación de los panes” (Mt 14, 13-21). Es un relato que nos lleva a anticipar el misterio de la Eucaristía, por el que Jesús se nos entrega como alimento para el camino.
  Jesús ha atravesado el mar de Galilea. Al desembarcar ve la multitud que le ha seguido por tierra y le dio lástima. Al atardecer, los discípulos quisieron despedir a las gentes para que fueran a las aldeas y se compraran algo de comer.
Aceptando los cinco panes y los dos peces que tienen los discípulos, Jesús los parte y los reparte para que los discípulos los distribuyan entre la gente. Los doce cestos llenos de las sobras evocan el don del maná con que Dios había alimentado a su pueblo en el desierto.

CORAZÓN Y VOLUNTAD

Hoy y siempre nos interpelan directamente las palabras que Jesús dirige a sus discípulos.
• “Dadles vosotros de comer”. Ese mandato no puede dejarnos indiferentes. Los bienes que nos sobran pueden saciar a los hambrientos de medio mundo. Ninguno de nosotros puede limitarse a volver la vista a otra parte. No podemos ignorar que son nuestros hermanos.
• “Dadles vosotros de comer”. Ese mandato implica a la Iglesia entera. De hecho mantiene su presencia cercana y generosa allí donde ninguna organización se atreve a llegar. Esa generosidad responde a su ser y su misión en el mundo. 
• “Dadles vosotros de comer”. Ese mandato afecta a todas las personas e instituciones de nuestro mundo, cristianas o no. Jesús no es un patrimonio exclusivo de los cristianos. Su mensaje es universal, precisamente por estar atento a las carencias concretas del hombre.