Santos y felices Mt 5,1-12a (TOB31-15)

“Vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos”.
Siempre nos fascina esa visión del libro del Apocalipsis que se proclama en la primera lectura de esta solemnidad de todos los Santos (Ap 7, 2-14). Nos impresiona esa multitud de mártires que han ganado la palma del triunfo con su sangre. Ellos son los que forman el gran coro de los que aclaman y cantan: “La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero”.
Paradójicamente, los mártires “han blanqueado sus mantos en la sangre del Cordero”. Se han negado a adorar a los ídolos que cada día se presentan exigiendo nuestra adoración.  Ellos son lo mejor de esta tierra. Son los que han entendido como nadie la libertad de adorar al único que merece nuestra adoración.

LA VERDAD DEL SER HUMANO

Hoy todos coinciden en exaltar el ideal del hombre, su imagen y su dignidad. Pero el coro se divide al pretender señalar qué es el hombre, cuáles son las notas que lo definen. En qué consiste su dignidad.
Unos afirman que es libre pero olvidan que ha de ser solidario.   Otros afirman que todos los srrs humanos son iguales, pero parecen dispuestos a olvidar que cada uno es un individuo único e irrepetible. 
En el evangelio de hoy leemos una vez más el texto que recoge las bienaventuranzas incluidas en el Sermón de la Montaña (Mt 5, 1-12). Con frecuencia las vemos como escandalosas. Sin embargo, en ellas está la clave de la felicidad.
Jesús es la Palabra de Dios y también la imagen definitiva y perfecta del ser humano. Las bienaventuranzas que él proclamó nos revelan la verdad última del hombre. Nos dicen qué significa ser humano en plenitud. Nos recuerdan los valores profundos que hacen que nuestra existencia sea humana y humanizadora.

CAMINOS DE FELICIDAD

Muchas imágenes del ser humano son engañosas. En las bienaventuranzas Jesús nos dice qué significa ser persona. Y cómo se puede ser feliz.
• La felicidad no está en acaparar bienes, sino en compartirlos.
• La felicidad no está en la violencia, sino en la humildad y la mansedumbre.
• La felicidad no está en el desdén hacia los afligidos, sino en la compasión
• La felicidad no está en la instalación, sino en el camino hacia el bien.
• La felicidad no está en el individualismo, sino en la misericordia.
• La felicidad no está en la mentira, sino en la limpieza del corazón.
• La felicidad no está en el conflicto, sino en la lucha por la concordia
• La felicidad no está en la traición, sino en la fidelidad a la fe y al amor.

Juegos infantiles para celebrar Todos los Santos

Recojo una serie de juegos para niños que recopiló hace algún tiempo nuestra querida Xonane en su blog familiacatólica.blogspot.com para poder celebrar la fiesta de Todos los Santos. Una fiesta que también se puede celebrar, como veréis, desde el punto de vista cristiano sin necesidad de acudir a otras:

*Lluvia de Rosas de Santa Teresita - Coloca una red de basketball para niños y decórala con la imagen de Sta Teresita. Cada niño toma turnos lanzando flores hacia la red y si la inserta, gana un punto. Dale a cada niño 5 oportunidades, el que gane más puntos gana.

*El Perfume de Sta. Magdalena - Consigue varios saleros y en cada uno mete algodones mojados con diferentes esencias como: menta, vainilla, naranja, café, chocolate, limón, etc... lo que se te ocurra. Los niños tienen que adivinar qué aromas son con los ojos vendados, si adivinan todos, ganan.

(Ideas traducidas y adaptadas de Waltzing Matilda)

Carrera de las Virtudes - Esta idea me pareció excelente para niños pequeños y de hecho, se parece a un juego que nosotros ya hemos hecho y que publiqué el año pasado (se llama "Carrera de las Obras de Misericordia Corporales")
En una mesa se colocan siete estaciones, cada una con su letrero y el material necesario para el juego. Cada niño tiene que pasar por todas las estaciones y se le toma el tiempo, el que se tarde menos gana. Se necesitan por lo menos dos adultos para que coordinen esta actividad, uno que tome el tiempo y el otro que deje las cosas como estaban para el siguiente niño. Estas son las estaciones:

* Alimenta al hambriento como Sta Isabel de Hungría- Aquí debe de haber una canasta y una bolsa con varios panes. El niño debe pasar el pan de uno por uno a la canasta.
* Construye una iglesia como San Francisco- Aquí se colocan bloques, legos grandes o cajas forradas para que el niño haga una torre.
* Ora como San Cipriano- El niño aquí tiene que hacer una oración por todos los presentes y sus familiares difuntos (puede ser un Padre Nuestro, un Ave María, un Memorare, etc).
* Viste al desnudo como San Martín de Tours- Aquí puedes colocar un muñeco para que el niño le ponga un suéter o algo parecido.
* Dale de beber al sediento como Beata Madre Teresa- Coloca una jarra y un vaso para que el niño lo llene de agua.
* Ayuda a los pobres como San Nicolás- Deja varias monedas de diferentes cantidades y un calcetín para que el niño las meta ahí.
* Evangeliza como San Patricio- Dale un trébol para que lo coloree de verde y para que escriba "Padre, Hijo y Espíritu Santo, Dios trino y uno". También puedes hacer un rompecabezas de trébol para que el niño lo arme.
*Encuentra las llaves de San Pedro- En este juego, se colocan varios vasos boca abajo y sólo uno de ellos tiene unas llaves. El niño que adivine en dónde están las llaves, gana.

(Ideas traducidas y adaptadas de Memories of a Caatholic Wife and Mother)
 
Fuente:  http://familiacatolica-org.blogspot.com.es/2010/10/juegos-para-la-fiesta-de-todos-los.html
Lluvia de Rosas de Santa Teresita - Coloca una red de basketball para niños y decórala con la imagen de Sta Teresita. Cada niño toma turnos lanzando flores hacia la red y si la inserta, gana un punto. Dale a cada niño 5 oportunidades, el que gane más puntos gana.

Adivina el Perfume de Sta María Magdalena - Consigue varios saleros y en cada uno mete algodones mojados con diferentes esencias como: menta, vainilla, naranja, café, chocolate, limón, etc... lo que se te ocurra. Los niños tienen que adivinar qué aromas son con los ojos vendados, si adivinan todos, ganan.

Ideas traducidas y adaptadas de Waltzing Matilda
****************

Carrera de las Virtudes - Esta idea me pareció excelente para niños pequeños y de hecho, se parece a un juego que nosotros ya hemos hecho y que publiqué el año pasado (se llama "Carrera de las Obras de Misericordia Corporales")
En una mesa se colocan siete estaciones, cada una con su letrero y el material necesario para el juego. Cada niño tiene que pasar por todas las estaciones y se le toma el tiempo, el que se tarde menos gana. Se necesitan por lo menos dos adultos para que coordinen esta actividad, uno que tome el tiempo y el otro que deje las cosas como estaban para el siguiente niño. Estas son las estaciones:

* Alimenta al hambriento como Sta Isabel de Hungría- Aquí debe de haber una canasta y una bolsa con varios panes. El niño debe pasar el pan de uno por uno a la canasta.
* Construye una iglesia como San Francisco- Aquí se colocan bloques, legos grandes o cajas forradas para que el niño haga una torre.
* Ora como San Cipriano- El niño aquí tiene que hacer una oración por todos los presentes y sus familiares difuntos (puede ser un Padre Nuestro, un Ave María, un Memorare, etc).
* Viste al desnudo como San Martín de Tours- Aquí puedes colocar un muñeco para que el niño le ponga un suéter o algo parecido.
* Dale de beber al sediento como Beata Madre Teresa- Coloca una jarra y un vaso para que el niño lo llene de agua.
* Ayuda a los pobres como San Nicolás- Deja varias monedas de diferentes cantidades y un calcetín para que el niño las meta ahí.
* Evangeliza como San Patricio- Dale un trébol para que lo coloree de verde y para que escriba "Padre, Hijo y Espíritu Santo, Dios trino y uno". También puedes hacer un rompecabezas de trébol para que el niño lo arme.

Encuentra las llaves de San Pedro- En este juego, se colocan varios vasos boca abajo y sólo uno de ellos tiene unas llaves. El niño que adivine en dónde están las llaves, gana.

Ideas traducidas y adaptadas de Memories of a Caatholic Wife and Mother
- See more at: http://familiacatolica-org.blogspot.com.es/2010/10/juegos-para-la-fiesta-de-todos-los.html#sthash.WDwNtaOR.dpuf

Bartimeo Mc 10,46-52 (TOB30-15)

“Se marcharon llorando, los guiaré entre consuelos; los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que no tropezarán”. Con estas promesas anima Dios al pueblo que fue llevado al cautiverio y que Él hará regresar a su tierra  (Jer 31,7-9).
Es cierto que estas palabras nos remiten a tiempos muy lejanos, pero nos ayudan a evocar el drama de todo un pueblo deportado y llevado al destierro. Una experiencia que, por desgracia, se ha repetido muchas veces a lo largo de la historia hasta estos mismos días.
Pero la experiencia de la fe nos invita a leer nuestra peripecia personal a la luz de estas palabras proféticas. Todos nosotros somos esclavos de algo. Todos necesitamos que Dios se apiade de nosotros, nos muestre su misericordia y nos libere.

TRES DETALLES DEL RELATO

Esa primera lectura de la misa de este domingo 30 del Tiempo Ordinario nos prepara para meditar el hermoso pasaje de la curación del ciego de Jericó (Mc 10, 46-52).
• Para comenzar, ya nos llama la atención que este ciego sea el único de los curados por Jesús que tiene nombre y apellido. Parece como si el texto quisiera indicarnos la dignidad personal de los pobres y de los enfermos.
• También nos sorprende la súplica que dirige a Jesús: “Hijo de David, ten compasión de mí”. Como se ve, emplea un título en el que reconoce a Jesús como el Mesías enviado por Dios. Y además, parece convencido de que Jesús es el rostro vivo de la misericordia de Dios.
• Y por fin,  nos asombra la confianza de esos gestos que reflejan las actitudes del verdadero creyente: soltar el manto en el que recoge las monedas que le entregan los que pasan; dar un salto cuando todavía está ciego; y acercarse con decisión a Jesús.

TRES ECOS DE LA LLAMADA

En el relato evangélico aparecen también los discípulos que acompañan a Jesús. En un primer momento tratan de acallar las súplicas del ciego. Pero una indicación de Jesús les hace redescubrir su propia misión. Así que lo llaman diciendo: “Ánimo, levántate, que él te llama”.
• “Ánimo”. Una primera palabra, en la que se resume la misión de la Iglesia, enviada a infundir esperanza en los abandonados y humillados de la tierra.  
• “Levántate”. La misericordia no ignora la situación de postración y aun de pecado. Pero invita a la humanidad a ponerse en pie con decisión y confianza.
• “Él te llama”. La Iglesia sabe que ella no es el final del camino. Su misión es la de transmitir una llamada que conduce hasta el Señor.

El rescate y el servicio Mc 10,35-45 (TOB29-15)

“Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos”. Así concluye la primera lectura que se proclama en la misa de hoy. Es un texto poético, tomado de uno de los cantos del Siervo de Dios (Is 53,10).
 
Algunos han pensado que el poema se refería a todo el pueblo de Dios. Y otros lo han atribuido a un personaje misterioso que se nos presenta como un elegido por Dios. Es un profeta y un enviado a anunciar a su pueblo la salvación.
Pero el profeta no se limitará a anunciar de palabra la salvación. No es un teórico ni un propagandista de sueños imposibles. Es un comprometido. Él mismo rescatará a su pueblo de la tiranía de la maldad, cargando personalmente con el peso y la ignominia del mal.

LA PRETENSIÓN

Ese mismo aliento aparece al final en el evangelio de este domingo (Mt 10, 35-45). Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se acercan a Jesús y le manifiestan abiertamente sus pretensiones: “Maestro queremos que hagas lo que te vamos a pedir”.
Ya nos llama la atención la misma fórmula que emplean. Espontáneamente recordamos que María se ofrecía para aceptar y cumplir la voluntad de Dios. Estos discípulos, por el contrario, quieren imponer su propia voluntad al Señor.
Y su voluntad está clara: alcanzar un puesto de poder y de prestigio. Sentarse en los puestos privilegiados para compartir la gloria de su Maestro, aun sin saber exactamente que el camino de su Señor pasa por la aceptación de un cáliz de amargura.
Junto a la pretensión de los hijos de Zebedeo nos llama la atención  la indignación y las críticas de los otros diez discípulos. No pueden soportar que otros expresen abiertamente lo que todos ellos ambicionan en secreto. Ese es el mecanismo de todas las críticas del mundo. 

LA LECCIÓN

Pero Jesús no desaprovecha la ocasión para exponernos a todos el camino del verdadero discípulo y el sentido último de la vida y misión de su Maestro:
• “El que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos”. En este mundo, la grandeza se mide con frecuencia por el número de personas que quedan por debajo de los que triunfan. Para el Evangelio, la grandeza de un discípulo se mide por el número de personas a las que sirve y por la sinceridad del servicio.
• “El Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos”. En este mundo, los libertadores imponen su voluntad. Los que dicen traer la justicia, suelen ajusticiar a quien no piensa como ellos o no colabora con sus imposturas.  Para el Evangelio, sólo rescata del secuestro quien se entrega para liberar a los secuestrados.

20 valores según Sta. Teresa de Jesús

Actividad para trabajar-dialogar sobre 20 valores desde la óptica de la santa. Imprimidos cada ficha en A5 Se les coloca el listado de valores (anexo final actividad) para que elijan el que se corresponde con la cita teresiana. Una vez descubierto correctamente escribirán el nombre del valor decorativamente en el rectángulo del título y realizarán un dibujo alusivo en el recuadro de la derecha. Se puede realizar un mural con alguna imagen de la santa o colocando en el centro el realizado para el V Centenario por el dibujante Fano.
 



Misioneros de la misericordia (Domund 2015)

Todo el material para conocer y trabajar esta jornada de este año:
- Lema y sentido
- Mensaje
- Materiales (catequesis y clases de religión en varios niveles)
- Vídeo
- Prensa... 
Todo organizado en cómodas pestañas .
Todo en el enlace de la Jornada del Domund 2015

Hombre y mujer Mc 10,2-16 (TOB27-15)

“El Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne”. En este domingo leemos el relato bíblico de la creación de la mujer (Gén 2,18-24). Es un texto bellísimo. Su sencillez e ingenuidad nos parece difícil porque hemos perdido el sentido de la poesía primitiva.
El relato nos habla de la soledad del hombre y de la compasión de Dios que diseña para él la compañía. El “yo” puede al fin encontrar un “tú”. La mujer aparece en el sueño del hombre. Todo nos dice que no la ha creado el hombre. Por tanto no debe tratar de dominarla. La mujer hay que soñarla,  como ha dicho el papa Francisco.
El relato nos expone la estructura del matrimonio como la unión fiel y definitiva de un hombre y una mujer. El matrimonio como proyecto de vida. Como donación interpersonal. Como esperanza compartida.

EL PROYECTO DE DIOS

Al matrimonio se refiere también el evangelio que hoy se proclama (Mc 10,2-16). Los fariseos se presentan a Jesús con una pregunta pensada para ponerlo a prueba: “¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?”  Jesús conoce las cuestiones que se debatían en los diversos grupos de intérpretes de la Ley de Moisés.
Jesús sabe que sus interlocutores han convertido un deber en un derecho. El derecho al
 divorcio cuando la Ley lo presentaba como la obligación de dar un documento a la mujer abandonada. Un documento para que pudiera rehacer su vida y no perecer, al no tener quien la defendiera en la sociedad.
Pero Jesús se manifiesta a favor de la permanencia de la unión matrimonial. No porque sea su opinión personal, sino porque así se lee en el texto del Génesis  que relata la creación de la mujer. Su referencia al “principio” es fundamental para evocar el proyecto de Dios sobre el amor humano y sobre la vocación al matrimonio.

GENEROSIDAD Y ESPERANZA
 
De hecho, Jesús repite las palabras fundamentales del texto del Génesis:  “Abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne”. Son palabras que conocemos o creemos conocer demasiado bien.
 • “Abandonará el hombre a su padre y a su madre”. En  la antigüedad era difícil apartarse del primitivo clan familiar. Aquí no se trata de ignorar las necesidades de los padres. Se trata de recordar que la familia de elección es más importante que la familia de origen.   
• “Se unirá a su mujer”. Hoy hablamos del amor, pero lo reducimos a un gusto pasajero. Más que un sentimiento, el amor es un compromiso. Olvidamos lo que significa de entrega personal, única y definitiva hasta la muerte.  
• “Serán los dos una sola carne”. Estas palabras las reducimos a la intimidad sexual. Y es verdad que la evocan. Pero implican sobre todo el encuentro compartido de memorias y proyectos, de trabajos y esperanzas.