Me cubre tu Gracia (Kike Pavón y Melissa Janet)



Letra:
Si veo tus ojos no dudo de lo que me traiga el futuro, si estas a mi lado camino confiado
En un mundo lleno de voces, en un mundo frio y sin nortes , si escucho tu voz no tengo temor
Por muy oscura que la noche éste
Y aunque todo se derrumbe tu nunca me dejarás

Y cada mañana, me cubre tu gracia
Me acompaña en cada paso tu amor
Me das esperanzas, proteges mi alma
Es en tus ojos donde encuentro quien soy
Eres mi canción, eres mi pastor, mi Dios

Cuando me enfrento a la prueba y el viento mi fe tambalea
Tú estás en mi barca
Se que nada me falta


Y aunque parezca que nada tiene sentido
Se que tú estarás conmigo
Con tu bien, con tu misericordia y con tu abrigo
Por muy oscura que la noche éste
Y aunque todo se derrumbe tu nunca me dejarás

Y cada mañana, me cubre tu gracia
Me acompaña en cada paso tu amor
Me das esperanzas, proteges mi alma
Es en tus ojos donde encuentro quien soy
Eres mi canción, eres mi pastor, mi Dios

No temeré, tu estás conmigo tu estas conmigo
Descansare, tú estas conmigo tu estas conmigo

Eres mi padre, confiare...
Cada mañana, me cubre tu gracia
Me acompaña en cada paso tu amor
Me das esperanzas, proteges mi alma
Es en tus ojos donde encuentro quien soy
Eres mi canción, eres mi pastor, mi Dios

La sabiduría Mt 13,44-52 (TOA17-17)


“Te concedo un corazón sabio e inteligente, como no lo ha habido antes ni surgirá otro igual después de ti” (1Re 3,12). Así responde el Señor a la oración de Salomón. El joven rey, sucesor de David,  solo le había pedido un corazón  dócil para gobernar a su pueblo, para discernir el mal  y el bien. Eso le bastaba.

Y al Señor le había agradado que Salomón no pidiera una larga vida para sí mismo ni una corta vida para sus enemigos. El rey había pedido sabiduría y discernimiento para poder reconocer el sentido profundo de la vida: la suya y la de su pueblo. Un corazón sabio equivale a una conciencia recta. Ese es un gran ideal humano  y un gran don divino.

Haciendo nuestro el talante de Salomón, proclamamos con el salmista: “¡Cuánto amo tu voluntad, Señor!” (Sal 118). San Pablo nos dice que “a los que aman a Dios todo les sirve para el bien” (Rom 8,28). Y esa es también nuestra experiencia.  



LA MEJOR OPCIÓN

Se podría decir que el lema de este domingo 17º del Tiempo Ordinario es que “la mejor opción es obrar según el plan de Dios”. La felicidad está en acertar en la opción fundamental de nuestra vida. Pues bien, esa gran verdad Jesús la expone en tres parábolas (Mt 13, 44-52).  

• La primera nos presenta a un jornalero o tal vez un caminante. En un campo encuentra un tesoro oculto. Lo esconde de nuevo, y lleno de alegría vende todo lo que tiene y con el dinero conseguido compra el campo aquel. Su desprendimiento es una ganancia.

• La segunda imagina a un comerciante de perlas finas. Un día encuentra una de gran valor. También él vende todo lo que tiene para poder comprar aquella perla. No desprecia lo que tiene, sino que aprecia de verdad lo que siempre ha ido buscando.

• La tercera parábola evoca la red que los pescadores arrojan al mar. Es cierto que recoge toda clase de peces. Pero en un segundo momento, los pescadores los seleccionan cuidadosamente. Reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran.

Las tres imágenes representan el reino de Dios. Las tres subrayan su valor. Y sugieren la necesidad de establecer una recta jerarquía de valores. Hay que valorar lo que realmente vale.



LA ESCUCHA Y LA ACCIÓN

Todo el discurso de las parábolas se cierra con una pregunta que Jesús dirige a sus discípulos: “¿Habéis entendido todo esto?”  (Mt 13,51).  Como en tantas otras ocasiones, esta pregunta de Jesús nos interpela también a nosotros.

• “¿Habéis entendido todo esto?”  Es preciso oír y escuchar atentamente la palabra del Señor. En ella encontramos no tanto la erudición como la sabiduría.

• “¿Habéis entendido todo esto?” No basta con escuchar. Es necesario entender y aceptar el mensaje de salvación que la palabra evangélica contiene para cada uno de nosotros. 

• “¿Habéis entendido todo esto?” Y finalmente, es obligado reflexionar sobre el mensaje de Jesucristo para poder anunciarlo con verdad y dar testimonio de él con nuestra vida.

Adolescencia: espacio para la fe

Este libro se presenta como una respuesta razonada y creíble al reto que el mundo de las religiones dirige a la didáctica, para que, con la ayuda de sus recursos, posibilite el diálogo de la fe con la cultura y la vida. Transmitir la fe, darla a conocer a otros, siempre será un reto para el profesor de Religión, que le exige conocer bien a su destinatario –en este caso al adolescente– tanto en su desarrollo evolutivo como en su relación con el mundo de lo religioso. Una noble realidad abierta a la esperanza del futuro, donde la tarea educativa puede penetrar el corazón del ser humano hasta lo más profundo de sus entrañas.

Autora: María Eugenia Gómez Sierra
Editorial PPC
ISBN 9788428828055
184 páginas
Precio: 13 euros

Ganas de vivir (Kike Pavón)

Letra:
Esta es mi vida y lo que me queda
Es para darte, dártela entera
Para cantar de tus bendiciones

Todos mis miedos y mis problemas
Los dejo a un lado nada me frena
Contigo voy a cruzar la meta

PRE-CORO
Y yo se, que se
Que aunque vengan los vientos
No van a volcar mi barca
Si tu estas en ella

Y yo se, que se
Que no todo en la vida me va a resultar perfecto
Pero contigo yo estoy completo

CORO
Tengo ganas de amarte
Como tu me has amado Dios
Tengo ganas de darte mi corazón

Aunque vengan las pruebas
En tu cruz tengo protección
Y si es a tu lado
El futuro se ve mejor
Oh, oh, oh, oh


Y si es junto a ti
Tengo ganas de vivir

ESTROFA 2
Tu le das vida a mis huesos secos
Me das salida de mi sufrimiento
Pones caminos donde no hay nada

Y nada es lo que quiero si no vas conmigo
Todo lo que espero es caminar contigo
Porque en ti encuentro mi destino

PRE-CORO
Y yo se, que se
Que aunque vengan los vientos
No van a volcar mi barca
Si tu estas en ella

Y yo se, que se
Que no todo en la vida me va a resultar perfecto
Pero contigo yo estoy completo

CORO
Tengo ganas de amarte
Como tu me has amado Dios
Tengo ganas de darte mi corazón

Aunque vengan las pruebas
En tu cruz tengo protección
Y si es a tu lado
El futuro se ve mejor
Oh, oh, oh, oh

Y si es junto a ti
Tengo ganas de vivir

PUENTE
Aunque el mundo lo intenta
No voy a dejar que la mente me mienta
Eres tu quien me sustenta
Y tengo tu palabra que me alimenta

No, no voy a dejar lo que diste
No voy a olvidar lo que hiciste
Que tu te ofreciste y en la cruz moriste
Así la vida tu me diste

Tengo ganas de cantarte
No puedo dejar de amarte, no
Desde hoy en adelante...

PRE-CORO
Y yo se, que se
Que aunque vengan los vientos
No van a volcar mi barca
Si tu estas en ella

Y yo se, que se
Que no todo en la vida me va a resultar perfecto
Pero contigo yo estoy completo

CORO
Tengo ganas de amarte
Como tu me has amado Dios
Tengo ganas de darte mi corazón

Aunque vengan las pruebas
En tu cruz tengo protección
Y si es a tu lado
El futuro se ve mejor
Oh, oh, oh, oh

Y si es junto a ti
Tengo ganas de vivir

FINAL
Tengo ganas de cantarte
No puedo dejar de amarte, no
Y si es junto a ti
Tengo ganas de vivir


Trigo y cizaña Mt 13,24-43 (TOA16-17)


“Tú, poderoso soberano, juzgas con moderación y nos gobiernas con gran indulgencia, porque puedes hacer cuanto quieres” (Sab 12,18). La historia y nuestra propia experiencia nos dicen que los poderosos no siempre son clementes. Muchos de los que prometen hacer justicia, terminan ajusticiando a los demás.

Pero este texto del libro de la Sabiduría que se lee en este domingo 16º del Tiempo Ordinario nos recuerda que el poder de Dios se manifiesta precisamente en su misericordia. Obrando así  nos ofrece la esperanza de ser perdonados y, al mismo tiempo, nos enseña que el justo debe ser humano.

Eso es lo que proclamamos en el salmo responsorial: “Tú, Señor, eres bueno y clemente” (Sal 85).  Como escribe san Pablo, “el Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad, porque no sabemos pedir lo que nos conviene” (Rom 8,26). 



EL SEMBRADOR Y SU ENEMIGO

De nuevo, el evangelio que hoy se proclama refleja el ámbito agrícola con un mensaje sobre la siembra y la cosecha (Mt 13,24-43). Y de nuevo el texto pone en boca de Jesús una parábola y le atribuye después una alegoría.

• La parábola refleja la paciencia de Dios. Él es el sembrador de la buena semilla. Trabaja a plena luz del día y permanece cerca del campo, acompañado por sus operarios que se muestran responsables y preocupados por la sementera. Pero se menciona también a un enemigo que actúa en la oscuridad, siembra una mala semilla y desaparece. A la prisa de los empleados por arrancar la cizaña, la parábola contrapone  la gran paciencia del dueño.

• La explicación de Jesús se expresa en forma de alegoría. Los protagonistas son el Hijo del hombre que siembra buen trigo y el diablo que siembra cizaña. También las semillas tienen un significado. El trigo son los ciudadanos del Reino, mientras que la cizaña representa a los partidarios del Maligno.  La alegoría anuncia que la cizaña será echada al fuego, suerte que espera a todos los malvados, que han nacido de la semilla sembrada por el Maligno.



LOS JUSTOS Y EL REINO

Llama la atención ver que la alegoría no se refiere al trigo, sino que pasa inmediatamente a mencionar a los que el trigo representa, que son los que han nacido de la semilla sembrada por el mismo Señor. ¿Y cuál es su suerte?

• “Los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre”. En primer lugar, es una alegría ver que los que han nacido de la iniciativa y de la semilla sembrada por el Hijo del hombre son calificados como “justos”.

• “Los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre”.  En segundo lugar, se  evoca el hecho de que la buena semilla fue sembrada a pleno día. Y se anuncia para los justos un futuro de luz semejante a la del sol.

• “Los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre”. En tercer lugar, recordamos que la buena semilla son “los ciudadanos del reino”. No es extraño que su destino y la plenitud de su vocación se sitúen precisamente en el reino de su Padre.

Puzles en 3D para construir con diversión

La editorial CREO nos presenta la elaboración de puzles en 3D de varios edificios religiosos con diferente número de piezas para construir:

- La catedral de Santiago de Compostela-España (101 piezas)
- La Sagrada Familia de Barcelona-España (194 piezas)
- La catedral de Nôtre Dame de París-Francia (128 piezas)
- La basílica de San Pedro del Vaticano (144 piezas)

Sus precios, entre 16 y 22 euros.




Compendio de Antiguo Testamento

Con un lenguaje sencillo, un estilo cuidado y diáfano y una intencionalidad claramente didáctica, el profesor Jean-Louis Ska nos presenta lo que podríamos llamar un «Compendio de Antiguo Testamento», en el que expone las cuestiones fundamentales teóricas y una serie de aplicaciones prácticas para acceder, sin complicaciones, deshaciendo malentendidos y recurriendo a la investigación más reciente, a los núcleos y textos esenciales del Primer Testamento.

Para Jean-Louis Ska, los relatos del Antiguo Testamento -y por extensión todo el Antiguo Testamento-, "no responden nunca todo a nuestras preguntas, sino que nos ofrecen, más bien, algunos puntos de partida para ir en búsqueda de respuestas; no ofrecen productos acabados, pero nos ponen en la mano los instrumentos necesarios para forjar en el laboratorio de la lectura una experiencia de fe siempre nueva".





Autor Jean-Louis Ska
Editorial Verbo Divino
ISBN 9788490733134
464 páginas
Precio 32 euros

El sembrador Mt 13,1-23 (TOA15-17)


“Como bajan la lluvia y la nieve desde el cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo” (Is 55,10-11).

Al principio de este capítulo se invitaba a recibir la palabra de Dios, presentada con las imágenes del trigo, el vino y la leche. Todos los demás alimentos no podían satisfacer al hombre (Is 55,1-2). Ahora la palabra de Dios se presenta con la imagen de la lluvia que fecunda los campos. Así que el alimento y la fecundidad son los grandes dones de Dios.

Como el labrador espera una buena cosecha, “también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior aguardando la hora de ser hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo” (Rom 8,23). 



LA PARÁBOLA

El evangelio que se proclama en este domingo 15º del tiempo ordinario nos ofrece el conocido mensaje sobre el sembrador y la semilla (Mt 13,1-23). La primera parte se presenta como una parábola que refleja la decisión de Dios. El sembrador sale al campo y arroja la semilla. Dios no es tacaño en la sementera. Esparce su semilla con generosidad.

Las aves del cielo, las piedras y los abrojos representan serios inconvenientes para que la semilla produzca fruto. Estos obstáculos no pueden ser ignorados, pero no constituyen toda la realidad de los campos. Y sobre todo, no pueden frustrar las intenciones del sembrador. Siempre hay una porción de buena tierra que acoge la semilla y la ayuda a germinar.

A pesar de todas las dificultades, el sembrador desea que su palabra produzca un fruto abundante. Nada puede hacer fracasar sus proyectos y esperanzas. El ejemplo de Dios no puede quedar en el olvido. Como él, también nosotros “sembremos en los hombres el ejemplo de obras sinceramente buenas”, como dice san Bernardo.



LA ALEGORÍA

La segunda parte del texto evangélico se nos presenta como una alegoría que refleja las actitudes de los hombres que reciben la palabra de Dios.

• Algunos escuchan la palabra del reino, pero no la entienden. Viene el maligno y roba lo sembrado en su corazón.  Les falta formación.

• Otros escuchan la palabra y la acogen con alegría en su corazón. Pero son inconstantes ante la dificultad o la persecución. Les falta perseverancia.

• Otros escuchan la palabra pero permiten que la ahoguen los afanes de la vida y la seducción de las riquezas. Les falta austeridad.

• Otros escuchan la palabra, la acogen, la meditan, la difunden, dan un testimonio vivo de lo que ha producido en su vida. Solo les falta agradecer a Dios esos mismos dones.

El juego de la vida de Cristo

Clásico juego “memory” que consta de 20 parejas (40 cartas) correspondientes a diversos momentos de la vida de Jesús. Una entretenida actividad para divertirse en familia, de vacaciones, en casa, en la piscina o en la playa. Educar con Jesús jugando.

Editorial Familia de Jesús
Precio 6,95 euros

Familias con estilo

Este libro es un medio de consulta y de referencia para todo aquel que quiera conocer, entender y profundizar sobre todo lo relacionado con las formas de educar de los padres. En su contenido se describe de manera instructiva y precisa cada uno de los diversos estilos educativos, entendidos como pautas, creencias, hábitos, estrategias y medios de control que emplean los padres en la educación de sus hijos, y su relación directa con el comportamiento de estos. El libro especifica también las consecuencias o conductas de riesgo que se producen en la convivencia del hogar o escolar como consecuencia de la forma de educar de los padres y explica diversas acciones preventivas que deben surgir en los hogares para educar bien, y aquellas que han de promoverse en la comunidad docente.





Autor: Alied Ovalles Rincón
Editorial San Pablo
ISBN 9788428552981
144 páginas
Precio 15,50 euros

Manso y humilde Mt 11,25-30 (TOA14-17)


“Alégrate, hija de Sión; canta, hija de Jerusalén; mira a tu rey que viene a ti justo y victorioso, modesto y cabalgando en un asno” (Zac 9,9). La modestia y humildad del futuro rey que anuncia el oráculo del Señor es evidente. Su asno se contrapone a los carros de Efraim, a los caballos de Jerusalén y a los arcos de los guerreros. 

A la modestia del rey prometido se opone la soberbia y la violencia de los impostores. Los dictadores del pasado y del presente suelen imponer la paz de los cementerios. Según el profeta, ese rey del futuro dictará la paz a las naciones. Una paz basada en la justicia que respeta la vida, no en las armas que siembran la muerte.   

Pero ese contraste no es solo político y social. No se da solo en nuestro ambiente: se reproduce también en nuestras opciones personales. Así que,  escuchando el mensaje de San Pablo, tratamos de vivir según el Espíritu, para dar muerte a las obras de la carne (Rom 8,13). 



TRES INVITACIONES

La primera parte del evangelio contiene una oración de Jesús que recuerda el cántico de María. Jesús da gracias al Padre. Reconoce que él se complace en los humildes y pequeños. Y confiesa su íntima vinculación con el Padre celestial (Mt 11,25-30).

En la segunda parte del texto hay una exhortación de Jesús a los discípulos y una invitación a los que admiramos sus gestos y sus palabras. Esta exhortación-invitación se expresa en tres verbos en imperativo: venid, cargad y aprended. Pero las acciones a las que se invita al discípulo incluyen también una promesa por parte de Jesús.

• “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviare”. La vida cristiana nace de esa invitación del que nos conoce y sabe de nuestra insatisfacción. Pero el cristiano sabe que su decisión de acercarse a Jesús no quedará defraudada. El Señor es alivio para nuestra fatiga. Es consuelo para nuestro desaliento. Es plenitud para nuestra carencia.

• “Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso”. Llevar el yugo es sentirse vinculados a él en la misma tarea. Esa solidaridad en la misión resume la actitud y el contenido mismo de la lección que el discípulo ha de aprender. Una lección de humildad que es prenda y garantía de descanso.



DOS REVELACIONES

Además, no podemos olvidar que el evangelio de hoy contiene dos revelaciones igualmente importantes. Jesús se muestra como el puente entre el Padre y los hombres. 

• “Todo me lo ha entregado mi Padre”. La primera revelación tiene una orientación vertical. Cierra la oración de Jesús y nos muestra la razón de su confianza. En su unión con el Padre comparte con Él el mismo plan de salvación. Conoce el corazón amoroso del Padre y asume la misión de descubrirlo a los hombres.

• “Mi yugo es llevadero y mi carga ligera”. La segunda revelación nos abre a la dimensión horizontal de la misión de Jesús. Cierra la invitación que dirige a sus discípulos. Él no trata de oprimirlos. Quien sigue a Jesús no puede ignorar que se une a él en la misma tarea. Pero ha de saber que el Maestro no le impone una carga imposible de llevar.

Generación Y

Llegó un día, un mes, un año, un tiempo, en el que las cosas empezaron a funcionar de otra manera, de pronto la realidad pasó a ser incomprensible. La escuela, los padres, la economía, la publicidad, dejaron de entender a un grupo de personas que empezaban a formar, como se forman las nebulosas, una nueva generación, la «generación Y». De pronto los adolescentes se comunicaban de otra forma, compraban de otra forma, pensaban de otra forma, sentían de otra forma. Este libro no es fruto de la improvisación, está milimétricamente estructurado, tanto con el hemisferio izquierdo-lógico como con el hemisferio derecho-holístico. Un libro para conocer lo que ahora mismo se está cociendo.

Autor: José María Bautista
Editorial PPC
ISBN 9788428828277
216 páginas
Precio: 13 euros (papel), 6,49 euros (ebook)

Misión y hospitalidad Mt 10,37-42 (TOA13-17)


“Un día pasaba Eliseo por Sunem y una mujer rica lo invitó con insistencia a comer. Y siempre que pasaba por allí iba a comer a su casa” (2Re 4,8). Así comienza la  primera lectura que se proclama en este domingo decimotercero del tiempo ordinario. El texto continúa con la referencia a dos datos importantes.

 • En primer lugar esta mujer de Sunem sugiere a su marido preparar en la casa una habitación, para que el profeta Eliseo pueda hospedarse allí cuando pase de camino.

• En segundo lugar, Eliseo recompensa aquel gesto de hospitalidad con una solemne promesa: “El año que viene, por estas mismas fechas abrazarás un hijo”.

 La mujer practica la hospitalidad con un profeta y él profetiza que el premio será el don de la vida. Con razón podemos “cantar eternamente las misericordias del Señor” (Sal 88).

El cristiano sabe que su fidelidad al Señor no quedará sin recompensa: “Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él” (Rom 6,8). A la hora del premio, Jesucristo no puede ser menos generoso que el profeta Eliseo



UNA FAMILIA UNIVERSAL

En el evangelio que hoy se proclama continúa el llamado “Discurso del envío” (Mt 10,37-42). Jesús no desprecia la familia humana. Pero, con un lenguaje interpelante establece una jerarquía de valores que incluye la radicalidad de la llamada.

La importancia de los lazos familiares pone de relieve esa mayor generosidad que exige el seguir al Maestro. Sin embargo, Jesús ofrece a sus discípulos la hospitalidad de una nueva familia universal que ni siquiera conocen todavía.

• “El que os recibe a vosotros, me recibe a mí y el que me recibe a mí,  recibe al que me ha enviado”. He ahí una promesa que abre un espléndido horizonte a quien ofrece hospedaje al misionero, identificado con Jesús y con su Padre celestial.

• “El que recibe a un profeta… tendrá recompensa de profeta, y el que recibe a un justo tendrá recompensa de justo”. Es verdad que el amor auténtico florece en el terreno de la gratuidad. Pero Jesús no olvida pregonar la gratitud que alcanzará la hospitalidad.



LA PÉRDIDA Y EL HALLAZGO

Todo el texto evangélico juega con las paradojas y las contraposiciones. Evocar lo que se deja ayuda a subrayar el valor de lo que se encuentra. Los que tratan de seguir a Jesucristo no pueden olvidar ese contraste, esa trasmutación de los valores que proclaman sus palabras:

• “El que encuentre su vida la perderá”. Hay una avaricia que se manifiesta en abrazar con ansia todo lo que uno ha tratado de conseguir. Todo eso en lo que habitualmente se coloca la comodidad o el prestigio. Pero a fin de cuentas se descubre que ni la codicia genera dignidad, ni la traición al ideal comporta la felicidad.

•  “El que pierda su vida por mí, la encontrará”. A veces hay que optar por un bien que no siempre parece razonable al observador. Si esa decisión acucia al investigador o al que entrega su vida por intentar defender a otra persona, mucho más relevante es para quien entrega su vida por Cristo y su mensaje.