Tratar el tema de la vida después de la muerte resulta siempre atrayente. Pero el enfoque de esta película nos acerca a esta realidad humana de manera ágil, sencilla y entretenida, y procurará, con seguridad, tema de conversación largo y tendido, sean los contertulios creyentes o no. Debajo del tráiler de la misma, comparto con vosotros una reflexión que hemos leído mi mujer y yo y nos ha encantado. Recomendable 100% película y reflexión.
REFLEXIÓN:
"Acabo de ver la película de COCO de pixar, que habla de una forma muy positiva sobre la vida después de la muerte. Me ha dejado pensando que por lo general no sabemos cómo relacionarnos con los seres queridos que se nos han muerto.
Durante un tiempo vivimos con el corazón apenado, llorando el vacío que han dejado en nuestra vida. Luego los vamos olvidando poco poco y llega un día en que apenas significan algo en nuestra existencia.
Sin embargo, como dice el sacerdote Vasco Pagola, para un Cristiano morir no es perderse en el vacío lejos de Dios. Es todo lo contrario, es entrar en la vida eterna, vivir transformados por su amor insondable. Nuestros difuntos no están muertos. Viven la plenitud de Dios, que lo llena todo.
Y es verdad, porque al morir nos hemos quedado privados de su presencia física, pero al vivir actualmente desde Dios, han penetrado de forma más real en nuestra existencia. No podemos disfrutar de su mirada, ni escuchar su voz, ni sentir su abrazo. Pero podemos vivir sabiendo que nos aman más que nunca, pues nos aman desde Dios.
¡¡¡Esto es bello, tremendamente bello!!! Su vida es incomparablemente más intensa que la nuestra. Su gozo no tiene fin. Su capacidad de Amar no conoce límites ni fronteras. No viven separados de nosotros, sino más dentro que nunca de nuestro ser. Su presencia transfigurada y su cariño nos acompañan siempre.
No es una ficción piadosa vivir una relación personal con nuestros seres queridos que viven ya en Dios. Podemos caminar envueltos por su presencia, sentirnos acompañados por su amor, gozar con su felicidad, contar con su cariño y apoyo, e incluso comunicarnos con ellos en silencio o con palabras, en ese lenguaje no siempre fácil pero hondo y entrañable que es el lenguaje de la FE.
Nuestros difuntos ya no viven entre nosotros, pero no los hemos perdido. No han desaparecido en la nada. Los podemos querer más que nunca, pues viven en Dios. Y es en Jesús que se sostiene nuestra FE; “Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto vivirá”. Y un día, todos juntos resucitaremos con Cristo para siempre.
Bendigo con amor a los creadores de Coco, porque me han ayudado a comprender mejor de una forma muy dulce y tremendamente positiva la Resurrección de Jesús, y más aún cómo formo parte yo en ese plan de vida, y cómo forma mi familia y mis antepasados en ese plan de vida. ¡Gracias, gracias, gracias!
Ahora mis difuntos son más queridos que nunca y mi FE más clara que nunca. Total y profundamente AGRADECIDA."
(Fuente: Facebook de Renueva Tu Vida)
No hay comentarios:
Publicar un comentario