La concrección del currículo establecido por la Conferencia Episcopal Española para Religión Católica para el desarrollo de la LOMCE.
NOVIEMBRE: Personajes bíblicos, fin del Año Litúrgico, fichas, manualidades, actividades, libros, humor, juegos, cómics, resúmenes, fichas, lecturas, videoclips, música... ***Si bien los materiales propios del blog están protegidos, su utilización ES LIBRE (aunque en ningún caso con fines lucrativos o comerciales) siempre que se conserve el diseño integral de las fichas o de las actividades así como la autoría o autorías compartidas expresadas en las mismas.
Calendario Cuaresma 2014 en cuadernillo
Una opción que me habéis pedido es también este cuadernillo para seguir el camino de la Cuaresma. Es un modelo con dos variantes: la primera no delimita espacios y la segunda se nutre de "bocadillos" para poder anotar compromisos, versículos, palabras-clave o frase destacada de los textos bíblicos que se trabajen. Cada uno según su gusto. A servirse.
Perfectos como el Padre Mt 5,38-48 (TOA7-14)
“No odiarás de corazón a tu hermano…sino que amarás a tu prójimo
como a ti mismo”. Es interesante esa relación entre la prohibición y el
mandato. Si se prohíbe el odio es en razón de la importancia del amor. Así se
incluye la llamada regla de oro de todas las éticas en el contexto de la Ley de
Moisés (Lev 19, 17-18).
Junto a ese binomio aparece la exhortación a reprender al pariente
cuando peca y la prohibición de la venganza y el rencor contra los más
allegados. Es verdad que los textos bíblicos habrían de ampliar el círculo
hasta aconsejar la compasión hacia el prójimo en general y aun a los
extranjeros que aceptan vivir en paz con el pueblo que los acoge.
La introducción a estas palabras nos sitúa en un terreno que no es
muy popular en nuestros días: “Seréis santos, porque yo, el Señor vuestro Dios,
soy santo”. Eso significa que el creyente no puede limitarse a ser
“políticamente correcto”. Ha de tratar de hacer presente y visible la santidad
del mismo Dios.
LA TÚNICA Y LA CAPA
Este mensaje se completa en el evangelio de hoy, situado en el
marco del Sermón de la Montaña (Mt 5, 38-49). Jesús recuerda la ley del talión:
“Ojo por ojo y diente por diente”. Solemos pensar que era una licencia para la
venganza. En realidad, era una restricción de la misma a términos de equidad.
Nadie tenía derecho a exigir más de lo que le habían quitado.
Pero Jesús va más allá de aquella antigua norma. En el texto
aparecen cinco ejemplos de exigencias incómodas: los que agravian, abofetean,
pleitean por la túnica, exigen compañía y piden dinero prestado. El Maestro
exhorta a sus discípulos a que no rehuyan a estos insolentes, aprovechados o
impertinentes.
Su mensaje sugiere tres actitudes contrarias que suponen un
heroísmo más que habitual: “Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que
os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian”. No se trata de caer
en un victimismo enfermizo. Se trata de aprender a amar con gratuidad. Amar a
los que nos aman y saludar a los que nos saludan es normal. Hasta los paganos
lo hacen. Al creyente se le pide algo más.
EL SOL Y LA LLUVIA
¿Cuál es la razón para ese comportamiento tan generoso? No puede
ser ni la cobardía ni la comodidad de quien no sabe o no quiere defenderse.
Tampoco puede ser la falsa bondad de quien espera ser aplaudido por la
sociedad. Sólo hay un motivo. Hay que poner amor donde no lo había… porque eso
es lo que hace Dios. Antes de ser una exhortación moral, el texto es una revelación
del mismo Dios.
• Dios hace salir su sol sobre malos y buenos. No es la bondad
humana la que mueve a Dios a regalarnos la luz. Y no es la maldad humana la que
puede impedir a Dios hacerse presente en nuestras vidas.
• Dios manda la lluvia a justos e injustos. No es la justicia
humana la que determina la justicia de Dios. Es la lluvia de su misericordia la
que produce sobre la tierra la verdadera justicia que es, a fin de cuentas, el
rostro del amor.
Plenitud de la Ley Mt 5,17-37 (TOA6-14)
“Si
quieres, guardarás sus mandatos, porque es prudencia cumplir su voluntad”. Así
comienza la primera lectura de la misa de hoy. Nadie es obligado a hacer lo que
no puede. Los mandamientos no son órdenes impuestas por alguien que no conoce
nuestra debilidad. Responden a la dignidad y racionalidad del ser humano.
Esas
palabras del libro del Eclesiástico o Sirácida (15,15-20) fueron citadas por el
papa Juan Pablo II en su encíclica “El esplendor de la verdad”. Es una cita muy
oportuna, en un tiempo en el que todos invocan el valor de la libertad, pero se
disculpan del mal que han hecho, diciendo que no eran libres para evitarlo.
El texto
nos dice a continuación: “Ante ti están puestos fuego y agua; echa mano a lo
que quieras”. Nuestras opciones van fijando nuestra responsabilidad. La mayor
parte de nuestras desdichas se deben a nuestra ceguera a la hora de elegir el
camino.
MANDAMIENTOS
Y VALORES
En el
evangelio que hoy se proclama Jesús nos recuerda que no ha venido a abolir la
ley de Moisés (Mt 5, 17-35). Muchos piden a la Iglesia que se decida a suprimir
los mandamientos. Pero la Iglesia no puede hacer lo que ni Jesús mismo podía.
Porque los mandamientos responden a los valores que nos hacen humanos.
• No basta con
no matar, nos dice Jesús. Es preciso acoger a los hermanos, sin excluirlos de
nuestras relaciones de fraternidad.
• No basta con
no cometer adulterio. Es necesario aprender a establecer unas relaciones de
amor limpias y transparentes, basadas en el compromiso y la fidelidad.
• No es
preciso jurar. Estamos llamados a vivir en la verdad, a decir la verdad, a dar
testimonio de la verdad, siempre y en todo lugar.
En su
exhortación “La alegría del Evangelio”, el Papa Francisco nos advierte del
peligro del relativismo con que tomamos nuestras opciones más profundas (n.
80).
MANDAMIENTOS Y
LIBERTAD
En el texto
evangélico de hoy, insertado en el marco del Sermón de la Montaña, Jesús nos
advierte de un riesgo bastante frecuente: “El que se salte uno solo de los
preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres, será el menos
importante en el reino de los cielos”.
•
Saltarse uno de los preceptos significa colocar nuestro juicio por encima del
juicio de Dios. Con ello reafirmamos nuestra sed de autonomía. Pero también
demostramos que decidimos actuar “como si Dios no existiera”.
• Saltarse uno
de los preceptos significa también que pretendemos olvidar la dignidad de
nuestros hermanos. Con razón dice el Papa Francisco que eso nos lleva a actuar
“como si los demás no existieran”.
Ordenación episcopal de Mons. Jesús Fdez. Glez. nuevo obispo auxiliar de Santiago de Compostela
Los sentimientos en uno de esos días especiales de la vida no saben hablar de otra manera que no sea la alegría o desde otro lugar que no sea el corazón.
Esa jornada inolvidable tuvo una fecha para nuestro amigo Jesús: el 8 de febrero de 2014. A las 11 de la mañana comenzaba la Eucarístía en la que tendría lugar el rito de su ordenación episcopal. El marco incomparable de la catedral que alberga la tumba del apóstol Santiago el Mayor, visitada por millares de peregrinos y personas todos los años, se engalanó de fiesta.
Como Vanessa, mi mujer, siempre deja aflorar mejor y más atinadamente lo que el interior del corazón vive, será ella quien comparta con vosotros lo que emocionadamente vivimos:
"Si
al comienzo de nuestro viaje a Santiago para acompañarte en tu consagración
alguien nos dice que vamos a encontrar el preludio del “Diluvio Universal”, no
nos lo creemos. Pero como dicen que “París bien vale una Misa”, así nos
encontramos, empapados pero encantados, en tus nuevos dominios pastorales.
La alegría fue máxima cuando en medio de la lluvia te encontramos animado, feliz, y tranquilo, sobre todo tranquilo; los que te conocemos sabemos lo duros que han sido para ti estos días precedentes de despedidas.
Así
amaneció un sábado soleado, con una alegría madrugadora, y dispuestos a
encaminarnos a la Catedral de Santiago. Tu cara en el desayuno era de expectación,
quizá ya creada con la llegada de un momento que cambia tanto la vida… Aunque
los que te conocemos sabemos que, ya siendo Obispo, tus pasos van a caminar
igual, de la mano del Señor, tranquilos aparentemente, pero “ocupados” en mil
pensamientos, cosas por hacer y gente a la que escuchar.
Después
de tantos años en tu Diócesis “de cuna” los cambios siempre son duros. Han sido
muchos años de trabajo en común, con buenos y a veces no tan buenos ratos, pero
siempre unidos en una misma Fe.
Son esos mismos años los que hemos compartido esta buena Amistad que nos une. Nunca olvidaré tu cara de sorpresa en tu primer cumpleaños dentro de la Semana de Pastoral, cuando viste aquella pancarta gigante que te colocamos y que hizo conocer a todos el día tan señalado…
Quedan
en mi memoria tantos momentos vividos día a día, nuestros cafés, nuestras
cenas, nuestras risas, y tu presencia en todos y cada uno de mis cumpleaños
desde que nos conocemos, sin fallar; la cena de ese día siempre ha sido
vuestra, y sé que en la medida de lo posible lo seguirá siendo. También tu
apoyo incondicional en los malos momentos de mi vida, abrazos y cercanía que no
se pagan con nada.
Atrás
quedan vivencias que llenan nuestro corazón de alegría, cariño, y agradecimiento.
¡Son tantos años de camino compartido!
Esto
no es un adiós, es un hasta luego, es un “nos veremos pronto”, no tan de
seguido pero seguro que robaremos tiempo al tiempo con más intensidad.
Desde
aquí nuestro agradecimiento incondicional por tu dedicación. Si sigo el protocolo
te diría: “Enhorabuena Monseñor Jesús Fernández González”; pero atendiendo a la
amistad que nos une sólo me queda decir : enhorabuena Jesús, ante todo capellán
de “la Cultu”, amigo cercano, pastor con piel de oveja como te llaman por tu
cercanía los periódicos; te lo mereces y desempeñarás tu labor como Obispo
maravillosamente.
De
Santiago nos vamos “empapados” pero no sólo de lluvia:
Empapados
de alegría y orgullo.
Empapados
de lágrimas emocionadas.
Empapados
de tu sencillez cercana y respeto, a todos y para todos.
Empapados
de tu oración, que sabemos será mutua.
Dios te hizo el regalo de un sol espléndido en tu Consagración en Santiago. Galicia
tendrá el regalo de tu presencia continua. Y tú nos has hecho el mejor regalo:
tu AMISTAD, así en mayúsculas, y tu Fe vivida, contagiosa y sentida… ¿Qué más
se puede pedir?
¡Mil
gracias por todo, mil gracias por tí! Y como tú siempre dices: estamos unidos en el Señor." Vanessa
(La caricatura inicial se la debemos a nuestro querido Toño "Juárez" dibujante del periódico Diario de León. Dos fotos se han tomado de la Pastoral de Santiago hechas por Miguel Castaño y el resto son de nuestra cámara.)
(La caricatura inicial se la debemos a nuestro querido Toño "Juárez" dibujante del periódico Diario de León. Dos fotos se han tomado de la Pastoral de Santiago hechas por Miguel Castaño y el resto son de nuestra cámara.)
La luz y la sal Mt 5,13-16 (TOA5-14)
“Cuando
destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia, y sacies
el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se
volverá mediodía”. Nadie puede poner luz en este mundo si no vive con espíritu
fraternal. Esta es la condición que se expresa en la última parte del libro de
Isaías (Is 58, 7-10).
Una parte de
la sociedad vive de espaldas a las necesidades de tres cuartas partes de la
humanidad. Hablamos de la pobreza que atenaza a muchos millones de personas.
Pero muchos de nosotros ni siquiera somos capaces de imaginar las situaciones
dramáticas en las que viven y mueren los pobres.
Hay que
promover un progreso “para todo el hombre y para todos los hombres”, como ha
escrito Benedicto XVI. Tenemos que exigir a los gobernantes y a las grandes
organizaciones internacionales que cumplan sus compromisos. Pero todos podemos
hacer un pequeño gesto de fraternidad. Sólo entonces brillará nuestra luz.
LA DEBILIDAD
DE LA LUZ
En el texto
evangélico que hoy se proclama, también Jesús emplea la imagen de la luz (Mt 5, 13-16). Sus palabras no suenan como un
mandato o como una nueva obligación moral impuesta por una norma. Sus palabras
son una revelación. Sus discípulos son en verdad la sal de la tierra y la luz
del mundo.
Es cierto que
todos hemos de actuar de acuerdo con lo que somos. No podemos traicionarnos a
nosotros mismos. Ni podemos defraudar las esperanzas que suscitamos en nuestro
entorno. A las dos declaraciones de
Jesús siguen algunas condiciones. La sal no puede volverse sosa. Y la luz no
debe ocultarse.
Las imágenes
son elocuentes. La sal se emplea para preservar a los alimentos de la
corrupción y para darles sabor. La luz de la lámpara se coloca en alto para
alumbrar a todos los de la casa. Pero la sal no es el fin de sí misma. Al
cumplir su función desaparece. Y el aceite se gasta al dar luz al ambiente.
Sólo da vida quien la pierde.
LA ALEGRÍA DE
LA LUZ
En este
momento en que se nos pide vivir con valentía “la alegría del Evangelio”, esta
proclamación de Jesús resume la misión y el talante de los evangelizadores:
• “Vosotros
sois la luz del mundo”. Este título no
es un privilegio de unos pocos: se aplica a todos los creyentes. Por tanto, no puede fomentar el orgullo de
algunos llamados a seguir al Señor. Señala la transparencia que se espera de
todos ellos.
• “Vosotros
sois la luz del mundo”. Este título no
es un elogio dedicado a los más instruidos o a los que pronuncian discursos más
brillantes. Es una exhortación a dejarse iluminar por Aquel que es la Luz e
ilumina a todos los que vienen a este mundo.