DICIEMBRE: ADVIENTO, inicio AÑO LITÚRGICO, NAVIDAD, fichas, manualidades, actividades, libros, humor, juegos, cómics, resúmenes, fichas, lecturas, videoclips, música... ***Si bien los materiales propios del blog están protegidos, su utilización ES LIBRE (aunque en ningún caso con fines lucrativos o comerciales) siempre que se conserve el diseño integral de las fichas o de las actividades así como la autoría o autorías compartidas expresadas en las mismas.
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Inteligencia espiritual
Este blog inicia su andadura a partir de la IX Jornada de Reflexión sobre la Religión en la Escuela organizada por las diócesis de la Iglesia en Aragón y La Rioja. El tema que centraba el encuentro era “La Competencia Espiritual”
y fue desarrollado en una ponencia y siete talleres sectoriales. Los
encargados de la Jornada buscaron entre los profesores de religión de
nuestras diócesis, personas capaces de elaborar materiales didácticos
sobre el tema, pero adaptarlos a los niveles y ámbitos de nuestras
aulas. Tras la Jornada, pareció bueno e interesante volver a juntar a
los tutores de los talleres para que formaran una comisión de la
Delegación Episcopal de Enseñanza de Zaragoza, que profundizara
teóricamente en el tema, siguiera elaborando actividades y ayudara a
renovar pedagógicamente a nuestros compañeros. Luego surgió el reto de
acompañar el mismo proceso en la revista "Religión y Escuela".
Dentro de la Delegación Episcopal de Enseñanza de Zaragoza (con Bernardino Lumbreras como delegado) se crea la Comisión de Innovación Pedagógica coordinada por Isabel Gómez.
Entre los contenidos publicados en la revista mencionada y los que encontraréis en el blog de dicha comisión tenéis a vuestro alcance herramientas muy interesantes para conocer y trabajar la inteligencia espiritual.
Un esfuerzo pedagógico que desde aquí queremos felicitar. (Visitar el blog)
Libres para creer (Card. Carlo María Marini)
«El corazón humano –el tuyo, el mío, el de todos– es más rico de lo que
puede parecer y más sensible de lo que se puede imaginar; es generador
de energías inesperadas; es una mina de potencialidades, a menudo poco
conocidas o ahogadas por la escasa autoestima o la frustrante convicción
de que es imposible cambiar... Intenta preguntarte por las verdades que
están en lo más hondo de ti. No dudes en hacerte preguntas
fundamentales. Escucha en tu interior. Tienes derecho a preguntarte, con
el fin de conocer tus luces y tus sombras, saber de dónde vienes y
adónde vas, qué sentido tiene tu vida... En el silencio de algún momento
crucial, siéntete amado por Dios y trata de conocer a Jesús. Cuando lo
conozcas, lo sentirás cercano, amigo, vivo. Y cuando tengas la
experiencia de suscitar una sonrisa, de encender una esperanza en la
vida de los otros, caerás en la cuenta de que también en tu vida habrá
más luz, más sentido, más alegría».
Una amplia compilación de las intervenciones del cardenal Martini dirigidas a los jóvenes, en el curso de su largo y profundo magisterio. Un instrumento privilegiado para la formación de las conciencias, porque «la elección de servir al Señor» es el fruto de un prolongado e intenso itinerario de descubrimiento de la propia libertad.
Una amplia compilación de las intervenciones del cardenal Martini dirigidas a los jóvenes, en el curso de su largo y profundo magisterio. Un instrumento privilegiado para la formación de las conciencias, porque «la elección de servir al Señor» es el fruto de un prolongado e intenso itinerario de descubrimiento de la propia libertad.
Autor Card. Carlo María Martini
Editorial Sal Terrae
ISBN 978-84-293-1825-8
176 páginas
Precio 12 euros
La piedra y el pastor Jn 10,11-18 (PAB4-15)
“Jesús es
la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en
piedra angular. Ningún otro puede salvar y, bajo el cielo, no se nos ha dado
otro nombre que pueda salvarnos” Así interpela Pedro a los jefes del pueblo y a
sus senadores (Hech 4,11-12).
Pedro y
Juan han sido llevados ante el Sanedrín no por haber curado al tullido que
pedía limosna a la puerta del Templo de Jerusalén, sino por haberlo curado en
el nombre del Mesías de Nazaret. Eso es lo que realmente molestaba a las
autoridades del pueblo.
Pero
Pedro inicia su discurso con las palabras de un salmo (118,22). No se trata de
un alegato para defenderse a sí mismo, sino del anuncio de su evangelio. Era importante
afirmar que la piedra despreciada se había convertido en el fundamento de la
vida y de la salvación.
O dicho
más claramente, Jesús, crucificado por instigación de aquellos jefes del
pueblo, ha sido convertido por Dios en el salvador de ese pueblo tan manipulado
por sus jefes. Esa es la gran paradoja. Y ese es el núcleo del mensaje que ha
de recorrer el mundo.
LA CONTRAPOSICIÓN
El
evangelio de este cuarto domingo de Pascua
(Jn 10,11-18) nos recuerda todos los años la figura de Jesús como el
Pastor bueno y responsable.
• Hay
algunas notas que establecen una notable diferencia entre el pastoreo de Jesús
y la actuación del asalariado. Jesús da la vida por sus ovejas. Pero el
asalariado no es pastor ni dueño de las ovejas. Es evidente que sólo le
preocupa su interés personal. No ama a sus ovejas. No está dispuesto a dar la
vida por ellas. Por eso las abandona
cuando ve llegar al lobo.
• El
texto que se proclama en este día nos ofrece otra contraposición muy
importante. Pedro acusaba a los jefes del pueblo de haber crucificado a Jesús. Pero el evangelio repite
una y otra vez que Jesús entrega espontáneamente la vida por sus ovejas: “Nadie me la quita,
sino que yo la entrego libremente”.
• En este
texto evangélico hay una tercera contraposición: la que va de entregar la vida
a recuperarla. Nosotros entregamos o perdemos la vida, pero nada indica que
podamos recuperarla. Una y otra vez se repite que Jesús entrega su vida por las
ovejas. Pero por dos veces nos dice él mismo que tiene poder para recuperarla.
JESÚS Y
EL PADRE
No deberíamos olvidar esa palabra de Jesús.
Sólo él tiene poder para recuperar la vida que entrega por los suyos. Ese es el
mensaje de la Pascua. Pero todavía nos llaman la atención las referencias de
Jesús a su Padre:
• “El
Padre me conoce y yo conozco al Padre”.
Esa relación de mutuo conocimiento entre Jesús y su Padre indica su
origen eterno, revela el estilo de su vida y nos ofrece la razón por la que ha
podido revelarnos a su Padre.
• “El
Padre me ama porque yo entrego mi vida”. La generosidad de Jesús es fruto del
amor que le une al Padre, pero, al mismo tiempo la entrega de Jesús a los
hombres le hace merecedor del amor del Padre.
• “Este
mandato he recibido de mi Padre”. Una y otra vez Jesús había manifestado que
había venido al mundo para cumplir la voluntad del Padre. Ahora nos manifiesta
que la voluntad del Padre es que el Hijo entregue su vida por sus ovejas.
¿Extraños amigos?
Este es un libro escrito por una profesora de ciencias y un sacerdote, que han sido capaces de tender un puente entre los dos y hablarse mutuamente de ciencia y de fe, sin que ninguno haya pretendido convencer al otro ni ganar al lector para su propia causa. Escrito en género epistolar, en un tono distendido y ameno, los autores hablan de temas tan dispares como la creación, el amor, el cielo, el diluvio o el camino hacia la Tierra Prometida, entre otros, poniendo en relación las leyes de la física con las tradiciones del texto bíblico. El texto, fruto del interés mutuo de los autores en las ideas del otro, es un diálogo dirigido a aquella parte de la sociedad que, sin tener por qué perder sus creencias cristianas, se interesa por la ciencia.
Autores Ana Rota y Fernando Cordero
Editorial San Pablo
ISBN 9788428546850
216 páginas
Precio 12,90 euros
El día del perdón Jc 24,35-48 (PAB3-15)
“Arrepentíos
y convertíos para que se borren vuestros pecados”. Con esas palabras se cierra
el discurso que Pedro dirige a las gentes de Jerusalén según el texto de los
Hechos de los Apóstoles que hoy se proclama en la celebración de la misa (Hech
3, 19).
Antes de
esa exhortación, Pedro ha acusado a las gentes de su comportamiento con Jesús
de Nazaret. Tres son los motivos de su acusación:
•
Entregar a Jesús a las manos de Pilato, cuando el procurador romano había ya
decidido ponerlo en libertad.
•
Rechazar a Jesús, al que Pedro tiene que calificar necesariamente como el Santo
y el Justo.
• Pedir a
Pilato el indulto de un asesino,
mientras que optaron por entregar a la muerte al autor de la vida.
Si bien
se mira, esas tres acusaciones no han perdido vigencia. También hoy se ignora
la bondad y se glorifica la maldad, se desprecia la vida y se legaliza la
muerte, se aplasta al inocente y se honra públicamente a los asesinos.
UN MUNDO NUEVO
El
evangelio de este domingo tercero de Pascua
(Lc 24, 35-48) está lleno de contrastes entre la actitud de los discípulos de Jesús y la
realidad de su resurrección y de su mensaje.
• Los
discípulos de Jesús confunden a Jesús con un fantasma. Pero el miedo a los
fantasmas no les permite descubrir la verdad de la vida y la presencia de
Jesús.
• Frente
a las dudas que surgen entre los discípulos, Jesús les ofrece la paz y la
seguridad, los libera de la ilusión y del temor y les abre a la esperanza.
• Los
discípulos de Jesús son incapaces de comprender el sentido de la muerte de
Jesús. Pero él les abre su entendimiento para que puedan recordar y comprender las
Escrituras.
También en nuestra vida
Cristo viene a crear la novedad. Como dice el Papa Francisco, “La resurrección
de Cristo provoca por todas partes gérmenes de ese mundo nuevo; y aunque se los
corte, vuelven a surgir, porque la resurrección del Señor ya ha penetrado la
trama oculta de esta historia, porque Jesús no ha resucitado en vano” (“Alegría
del Evangelio”, 278).
TESTIGOS DEL PERDÓN
La última
frase de Jesús es un espléndido resumen de lo que ha de ser la misión y la
tarea de la Iglesia y de cada uno de los creyentes:
• “Estaba
escrito que el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos”. Su pasión no debe ser para los creyentes
fuente de escándalo ni motivo de burla para los incrédulos. Y su resurrección
no debe sumirnos en la duda. Es preciso
creer en las Escrituras.
• “En
nombre del Mesías se predicará la conversión y el perdón de los pecados”. Él
Señor no resucita para condenarnos ni para condenar al mundo. Él nos ofrece su
perdón y quiere que lo anunciamos a todos los que desean convertirse de sus
pecados.
• “Los
discípulos han de ser testigos de esto”.
No somos enviados como testigos de la cólera, la venganza o el castigo
de Dios. Somos los testigos de su ternura y de su misericordia.
Decálogos para educar
Las soluciones a muchos de los problemas
que nos rodean: violencia, paro, corrupción, marginación, pobreza...
están más allá de los análisis políticos y de las soluciones matemáticas
y económicas. La clave no es otra que: necesitamos educar en valores.
Los problemas educativos de un país no dependen de las notas, de los
títulos y de los resultados académicos de sus estudiantes. Son más bien
otro tipo de resultados. ¿Qué valores y sentido de la vida aportan
nuestros jóvenes cuando se integran en la sociedad al finalizar sus
estudios? ¿Qué aspectos éticos son fundamentales en su vida? ¿Qué es lo
que da sentido a su vida, a su trabajo? Responder a estas preguntas y
ofrecer pautas para educar en valores es lo que pretende el autor en
esta recopilación de decálogos.
Autor Pedro Río Aparicio
Editorial CCS
ISBN 978-84-9023-234-7
144 páginas
Precio: 14,10 euros
El día de la comunidad Jn 20,19-31 (PAB2-15)
“En el
grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en
común y nadie llamada suyo propio nada de lo que tenían”. Siempre nos
impresiona volver a leer estas palabras. Con este “sumario”, nos evoca el Libro
de los Hechos de los Apóstoles la vida de la primera comunidad de los
discípulos del Señor (Hech 4, 32).
Es un
panorama ideal que se presenta como modelo para todas las comunidades
cristianas de todos los siglos y de todo lugar. El testimonio que los apóstoles
ofrecen de la resurrección de Jesucristo
estaba avalado por el espíritu y el
estilo de vida de toda la comunidad a la que pertenecían y a la que servían. Y se comprende que así ha
de ser en todo tiempo.
Según se puede observar, la palabra apostólica
está apoyada “desde arriba” por la fuerza del Espíritu, como se ha dicho en el
mismo libro. Pero es confirmada “desde abajo” por la unidad de pensamiento y
sentimiento y por la generosa fraternidad que caracterizan a los discípulos del
Señor.
EL ENFADO Y LA VERDAD
El
evangelio que se proclama en este segundo domingo de Pascua nos recuerda que,
tras la muerte de Jesús, sus discípulos permanecen encerrados por miedo a los
judíos. Se diría, con palabras del Papa Francisco, que son víctima de un
“pesimismo estéril”. Pero Jesús resucitado se les presenta como portador de la
paz y del perdón (Jn 20, 19-31).
Este
relato evangélico es bien conocido, además por dos detalles: las idas y venidas
de Tomás y el gesto de Jesús.
• Solemos
calificar a Tomás como el “incrédulo”.
Pero tal vez su enfado no sea un signo de su poca fe sino de su asombro
ante la incoherencia de sus compañeros. Mientras ellos parecían reacios a
acompañar a Jesús en su camino a Jerusalén, sólo Tomás se había mostrado
decidido a seguir a su Maestro hasta morir con él.
• El
gesto por el que Jesús ofrece sus llagas a la curiosidad y al tacto de Tomás
nos resulta sorprendente. Pero con él se nos invita a abrirnos a una doble
verdad. A identificar al resucitado con el mismo Jesús que había sido herido y
condenado a la cruz. Ni su muerte fue un engaño ni su resurrección es fruto de
la fantasía de los amedrentados.
EL TEMOR Y LA
MISERICORDIA
Con todo,
este texto del evangelio de Juan nos da pie a otras dos consideraciones: la de
la importancia de la comunidad y la del don de la misericordia.
• “A los
ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos”. Algunos
han pensado y escrito que para encontrarse con Jesucristo hay que abandonar a
su comunidad. No es cierto. Los que estaban encerrados no eran mejores que
Tomás. Si uno era víctima del despecho los otros lo eran del temor. Pero sólo
en la comunidad se muestra el Resucitado.
• “Paz a
vosotros… Yo os envío… No seas incrédulo”. Las palabras de Jesús resucitado no
reflejan un reproche, sino la grandeza de su misericordia. Una compasión
cercana a sus discípulos y una exquisita pedagogía para llevarlos a la fe y
enviarlos a una misión: la de llevar la buena noticia del perdón, del que ellos
mismos han gozado.
Evangelio apócrifo de Santo Tomás
Uno de los supuestos miedos atribuidos a la Iglesia es el que se conozcan los evangelios apócrifos. Nada más alejado de la realidad. Nuestros templos están llenos de ejemplos de cómo algunas informaciones de éstos han sido asumidos y celebrados. Llegados a este segundo domingo de Pascua que pone uno de sus focos en el apóstol Tomás, el incrédulo aunque creyente, os animo a conocer El Evangelio de Santo Tomás que se centra en la infancia y juventud de Jesús. (Leer evangelio de Tomás)
Cómo gestionar hoy los conflictos en la escuela
Soy profesora de instituto desde 1990, y
lo que cuento en estas páginas es fruto de mi experiencia. No tengo una
varita mágica que transforme en armonía los momentos difíciles, pero
puedo asegurar que si se trabajan dentro del aula temas como
comunicación, percepción, grupos, empatía o emociones; cuando el
conflicto surge es más fácil retomarlo y solucionarlo. Cuando trabajas
con el cuerpo, corres, saltas, nadas,... sientes muchas emociones que no
suceden cuando solo utilizas la cabeza, por eso propongo actividades,
vivencias que ayuden a comprender cómo relacionarse mejor con quienes
nos rodean. Para conseguir adultos felices es necesario trabajar en la
adolescencia la inteligencia emocional, la intrapersonal y la
interpersonal. Esa labor es tanto de las familias como de la escuela.
Mi propuesta es asequible y práctica. Anímate a intentarlo.
Esta es la propuesta de María Eugenia Blanco. Un enfoque actual con vistas a reconducir situaciones escolares hacia posturas positivas.
Autora María Eugenia Blanco
Editorial CCS
ISBN 978-84-9023-228-6
136 páginas
Precio 12,50 euros
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