Enlaces a recursos sobre el AÑO LITÚRGICO en educarconjesus

La realidad de la muerte y los niños. Cómo explicarla

  • La Fundación Mario Losantos del Campo ha publicado no hace muchas fechas una guía interesante para abordar el tema de la muerte con los más pequeños. "Explícame que ha pasado" es una guía para ayudar a los adultos a hablar de la muerte y del duelo con los niños. En el siguiente enlace podéis encontrar dicha obra. (Leer  "Explícame que ha pasado")
  • También podéis hacer una visita a la web de la fundación: www.fundacionmlc.org

Guía del duelo Adulto

Aunque su título completo es "Guía del duelo adulto. Para profesionales socio-sanitarios", sus autoras (Patricia Díaz, Sara Losantos y Pilar Pastor) ya nos aclaran en la introducción que tanto sirve de ayuda a los profesionales que se enfrentan a esta cuestión como a los familiares dolientes que buscan consejo en ellos. En definitiva, un libro que nos ayudará a situarnos con realismo ante la pérdida de algún ser querido.

Al igual que otros libros de la Fundación Mario Losantos del Campo es posible descargarlo gratuitamente: VER Y DESCARGAR.

Hablemos del duelo (niños y adolescentes

Una guía muy interesante para abordar el tema de la muerte, en especial, de los seres queridos con niños y adolescentes. Como inicia su introducción:

"Esta guía surge de la necesidad que hemos detectado en muchas personas que viven
o trabajan en contacto con niños y adolescentes, y no saben cómo abordar con ellos
adecuadamente el tema de la muerte de un ser querido.
La muerte es un hecho ineludible que forma parte de la vida. Todos los seres humanos
vamos a tener que enfrentarnos a ella en algún momento; desde el instante en el que el
ser vivo nace, existe la posibilidad de la muerte. Aunque pensar en esa realidad nos
cuesta y nos duele, es algo inherente a la vida. Ponerle palabras a este suceso resulta
muy complicado, más aún si se trata de comunicárselo a los más pequeños. De ahí que
consideremos importante disponer de recursos que nos ayuden a afrontar esta realidad
del mejor modo posible...".

Un libro en pdf que puedes bajarte gracias a su autora Patricia Díaz Seoane y a la Fundación Mario Losantos del Campo (VER Y DESCARGAR EL LIBRO)

El ciego de Jericó Mc 10,46-52 (TOB30-18)

“¡El Señor ha salvado a su pueblo, ha salvado al resto de Israel! Los traeré del país del norte, los reuniré de los confines de la tierra. Entre ellos habrá ciegos y cojos, lo mismo preñadas que paridas: volverá una enorme multitud”. En esta primera lectura, Jeremías transmite un oráculo de Dios que anuncia al pueblo de Israel el retorno del exilio (Jer 31,7-9).
Nadie queda excluido de la esperanza. Los ciegos y los cojos evocan un pasado de pobreza y sufrimiento. Las embarazadas y las jóvenes madres anuncian el futuro de la nueva vida. Dios es el verdadero Señor de la vida. En el mismo texto se recoge la mejor de sus promesas: “Seré un padre para Israel”.
El salmo responsorial se hace eco de la alegría de los que habían sido deportados a Babilonia y ahora pueden regresar a su patria: “Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares” (Sal 125,5).
Según la carta a los Hebreos, todo sumo sacerdote “puede comprender a los ignorantes y extraviados, porque también él está sujeto a debilidad” (Heb 5,2). Si esta afirmación valía para el antiguo culto, con más razón puede aplicarse a Jesucristo.

EL ITINERARIO DE LA FE
Tras revisar las apetencias humanas con relación al placer, al tener y al poder,  el capítulo décimo del evangelio de Marcos nos ofrece un texto inolvidable que parece una especie de evangelio dentro del evangelio (Mc 10,46-52). Un relato en el que se presentan al menos tres contrastes. 
• A la vereda del camino que sale de Jericó hacia Jerusalén está sentado un mendigo que es ciego. Sin embargo, es uno de los pocos enfermos curados por Jesús que tiene nombre propio. Se llama Bartimeo, es decir, “el hijo de Timeo”. Los creyentes en Jesús nunca deberán olvidar que el pobre tiene dignidad.
• Bartimeo está ciego, pero oye los comentarios de los caminantes y se entera de que junto a él pasa Jesús. Los que acompañan al Maestro en su subida hacia Jerusalén pretenden hacerle callar, pero él lo invoca a gritos con un título mesiánico: “Hijo de David, ten compasión de mí”. El texto sugiere que la fe llega por el oído y se expresa en oración. 
 • Antes del encuentro con Jesús, el ciego era un mendigo sentado al borde del camino y pidiendo limosna. Pero el encuentro le ha hecho  recobrar la vista y le ha decidido a seguir a Jesús por el camino. Mendigar al borde del camino, reconocer a Jesús como Maestro y seguirle por el camino.  Ese es el itinerario de la fe.

LA SANACIÓN Y LA FE 
Frente a las súplicas del ciego, el relato evangélico recoge también tres frases de Jesús que revelan lo que él es y anuncian lo que puede aportar a quienes se acercan a él.
• “Llamadlo”. Jesús vino a buscar a los pobres, y a los enfermos, a los marginados y a los ciegos. Además quiso buscar algunos colaboradores para esa misión de sanación y de salvación. Todos somos exhortados  a hacer llegar esa llamada a los que buscan al Señor.
• “¿Qué quieres que haga por ti?” Esta es la misma pregunta que Jesús dirigió a Santiago y Juan, hijos del Zebedeo. Ellos pretendían que Jesús les concediera poder y privilegios. Pero Bartimeo solo quiere la luz que puede conceder el que es la luz del mundo.
 • “Anda, tu fe te ha curado”. La sanación viene siempre del Señor. Es absolutamente gratuita. Pero el Señor valora la fe de los que se acercan a él con humildad y confianza. Quien  lo confiesa como hijo de Dios puede llegar a descubrirlo como guía del camino.

Servicio y Misión Mc 10,35-45 (TOB29-18)

“El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento…Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos”. Esa era la misión del Siervo del Señor, que recuerda la primera lectura de la misa de hoy (Is 53,10-11). Ese misterioso personaje no aparece revestido de poder. Al contrario, precisamente por sus sufrimientos se convierte en salvador de muchos.
Con el salmo responsorial, confesamos hoy que nuestra redención no es fruto de nuestro poder, sino de la bondad compasiva de Dios: “Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti” (Sal 32,22).
También la carta a los Hebreos nos recuerda que “no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades” (Heb 4,14-15).
En este domingo de la propagación de la fe es bueno tratar de adquirir conciencia de que no es nuestro poder el que contribuye a la misión redentora confiada a la Iglesia.

LA TENTACIÓN DEL PODER
Tras evocar en los domingos anteriores la enseñanza de Jesús sobre el placer y el tener, el evangelio que hoy se proclama nos revela que la apetencia humana del poder ha de ser entendida, a la luz de la fe, como la disponibilidad para servir a los demás (Mc 10,35-45).
• Santiago y Juan, hijos de Zebedeo se dirigen a Jesús con una frase que contradice el ejemplo y la enseñanza que van recibiendo de él: “Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir”. Ese Maestro es el que nos enseña a orar diciendo al Padre: “Hágase tu voluntad”. No podemos convertir a Dios en un ídolo dispuesto a satisfacer nuestro egoísmo.
• Santiago y Juan piden puestos de honor en la gloria del Mesías. Pero Jesús les anuncia que le espera un horizonte de pasión y de muerte. Y ese es el camino que aguarda a los discípulos que lo reconocen como su Maestro. También ellos compartirán el cáliz de amargura que él ha de beber y el baño de dolor y de sangre  con que él será bautizado.
• Sería una hipocresía indignarse contra Santiago y Juan. Todos tenemos esa tentación del poder que afecta a los jefes que tiranizan a los pueblos y a los poderosos que oprimen a los débiles. Pero entre los discípulos de Jesús quien quiera ser el primero ha de aprender a ser el servidor de todos. Esa es la lección que nos ha enseñado el Maestro. 

 ALTANERÍA Y SERVICIO
Es grande quien sirve a los demás. Nunca ha sido fácil aprender esa lección. Ahora mismo el papa Francisco nos llama la atención contra las tentaciones de la mundanidad y del clericalismo. Pero el servicio no es una simple estrategia misional para ir consiguiendo nuevos adeptos para la Iglesia. El servicio es el único modo de parecernos al Maestro.
• “El hijo del Hombre no ha venido para que le sirvan”. En Jesús vemos la realización de aquel Siervo del Señor del que se habla en el libro de Isaías. En el contexto de la última cena él lavó los pies a sus discípulos y los exhortó a realizar ese gesto de humilde servicio a sus hermanos. Esa es la traducción del mandato del amor.   
• “El Hijo del hombre ha venido para servir y dar su vida en rescate por todos”. Al igual que el Siervo del Señor, anunciado por el profeta, también Jesús justifica y rescata a muchos. Como dice el papa Francisco, “quienes se dejan salvar por él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento” (EG 1). 

Cambia el mundo (Domund 2018)

El 21 de octubre se celebra el Día del Domund, este año con el lema CAMBIA EL MUNDO. En el siguiente enlace encontraréis toda la información y materiales que pueden ser de vuestro interés. Como observáis en la segunda instantánea encontraréis este práctico directorio en la parte inferior de la web enlazada. VER INFORMACIÓN Y MATERIALES

Riqueza y libertad Mc 10,17-30 (TOB28-18)

Las tres grandes apetencias del ser humano son el tener, el poder y el placer. Las tres parecen darse cita en el capítulo 10 del evangelio de Lucas. El domingo pasado el placer podía adivinarse tras la pregunta sobre el matrimonio y el divorcio. Hoy la pregunta del rico nos recuerda el ansia de tener que nos agobia.
En la misa de hoy, la primera lectura afirma que el tesoro más importante es la sabiduría. El texto la compara con tres deseos que a todos interesan (Sab 7,7-11).
• El primer deseo nos presenta los cetros, los  tronos y las riquezas. Son muchos los que aspiran a un “minuto de gloria”. Lo que les importa es “ser” importantes y  brillar en la sociedad. Pero ese rebrillo es bastante engañoso ante el esplendor de la verdadera sabiduría.
• El segundo deseo se centra en el oro, la plata y las piedras preciosas. Ya no se trata del ser del hombre sino del “tener”. Esos aparentes tesoros quedan fuera de él. No pertenecen a su vida. Frente a la sabiduría, su valor es tan solo como el del barro y la arena.
• El tercer deseo se refiere a otros bienes mas importantes, como la salud y la belleza. De ellos depende el “ser-así” de la persona. O, tal vez, el “estar” bien. Pero también estos son bienes perecederos, mientras que la sabiduría es duradera.

TRES FRACASOS
El texto del evangelio nos presenta a un personaje anónimo que se acerca a Jesús con el deseo de heredar la vida eterna (Mc 10,17-30). Es como la parábola de tres fracasos que marcan su existencia: el de la riqueza, el de la bondad y el del amor.
• Se dice que este personaje “era muy rico”. Pero Jesús trata de ayudarle a entender que no es tan rico cómo parece. “Una cosa te falta”. Tiene todo, pero le falta el verdadero tesoro, que solo puede ser alcanzado desprendiéndose de todo.
• El personaje busca la bondad. En realidad, durante toda su vida ha tratado de cumplir los mandamientos. Es cierto que desea practicar la bondad, pero no se decide a seguir al que es Bueno y es el modelo definitivo de la bondad.
• Jesús se le quedó mirando con cariño, pero él no lo percibió. No estaba dispuesto a hacerse eco del amor que reflejaba aquella mirada del Maestro. En esta ocasión, el amor de Jesús no encontró eco en el que pretendía asegurarse la vida eterna.
 En este contexto, Jesús aprovecha la ocasión para afirmar que los que ponen su confianza en las riquezas tendrán una gran dificultad para admitir a Dios como su rey. Sus discípulos  tendrán que oír una y otra vez que “no se puede servir a Dios y al dinero”.

LIBERTAD Y  SEGUIMIENTO
Con todo, Simón Pedro se atreve a afirmar que los discípulos han hecho ya la opción de seguir a Jesús. Su afirmación da lugar a una profecía de su Maestro: 
 • “Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”. Es verdad, pero Pedro renegará un día de su Maestro. Muchos seguidores de Jesús lo han dejado todo a lo largo de los siglos. Pero la decisión inicial, por generosa que sea, ha de ser renovada cada día.  
• “Quien deje “todo” por mí, recibirá en este tiempo cien veces más, con persecuciones”. Los bienes más importantes no son los tesoros materiales, sino el amor al bien y a la verdad. Quien sigue al Señor ha de aprender el valor del desprendimiento. Y ha de recordar que, junto a los bienes prometidos por el Señor, entra también la persecución.
• “Y recibirá en la edad futura vida eterna”. El relato evangélico termina como empezó. La vida definitiva que buscaba aquel personaje rico no queda asegurada por las riquezas. Y tampoco por el cumplimiento fiel de los mandamientos. Solo puede llegar a esa vida sin ocaso quien sigue de corazón al que es el Viviente y es la Vida.

Mantener la Alianza Mc 10,2-16 (TOB27-18)

 “Serán los dos una sola carne”. Nos son bien concidas esas palabras que reflejan el proyecto de Dios sobre el marimonio, tal como se lee en la primera lectura de este domingo (Gen 2,18-24). En esas palabras se nos ofrecen al menos tres notas sobre la la intimidad sexual como lenguaje del amor conyugal:
• La sexualidad humana ha sido querida por Dios como signo y medio de la mutua donación de los esposos (Gen 2,21). Se nos dice que la mujer es creada durante un sueño, que se comprende con frecuencia como el espacio de las revelaciones divinas. Así que el "tú" representado por la persona del otro sexo refleja el  Tú  misterioso de Dios.
• La sexualidad humana señala la diferencia entre los seres humanos y los demás vivientes. Solo ante la mujer, puede Adán salir de su soledad y encontrar una ayuda adecuada que no le pueden proporcionar los demás seres de la creación (Gen 2,18.22).
• La sexualidad humana significa y realiza la igualdad entre las personas. Igualdad que se  expresa por el mismo origen material, a partir de la carne viviente; por la semejanza del nombre de la mujer con el nombre del varón; y por la identidad de su destino y de su misión: "serán una sola carne", es decir una unidad de proyectos y de vida  (Gen 2,23-24). 

UN CAMINO COMPARTIDO
Según el evangelio de este domingo, los fariseos preguntan a Jesús si es lícito a un hombre divorciarse de su mujer (Mc 10,2-16). En el relato podemos observar tres datos: 
• En primer lugar, los fariseos parecen interesados solo por el aspecto legal. Lo que importa es estar bien con la ley. Reducen la relación entre los esposos a un asunto de licitud. Pero Jesús se coloca en el terreno de la verdadera relación con Dios y con la otra persona.
• Los fariseos no tienen en cuenta la situación en que queda la mujer. Consideran el “acta de repudio” como un derecho del varón, cuando era un deber para que la mujer pudiera volver a contraer matrimonio, sin quedar reducida a la marginalidad y a la pobreza.
• Los fariseos se colocan en el punto de vista del esposo. Jesús les invita a redescubrir el proyecto original de Dios. El amor no es solo un enamoramiento: es un camino sompartido. Un camino  de gozos y esperanzas, de proyectos y de pruebas, de fidelidad y de perdón.

LA GRACIA DE LA  FIDELIDAD
 “Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre”. Estamos habituados a repetir esta frase. Si nos detenemos a meditarla, veremos que está llena de sabiduría y de gracia. Con esta frase, Jesús parece recoger un proverbio sobre la seriedad de las alianzas humanas.  Y nos ofrece un lema de vida, un motivo para la gratitud y una llamada al compromiso.
• “Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre”. A veces se ve el matrimonio tan solo como un contrato. Los que siguen a Jesús están llamados a descubrir el proyecto de Dios. Saben que Dios es amor. Y Dios es fiel. De Dios viene todo amor que aspire a durar en el tiempo y a mantener la entrega total de los esposos.  
• “Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre”. Dios es el sujeto último de la unión. Los cristianos han de preguntarse siempre, con sinceridad, si su matrimonio ha sido realmente unido por Dios. Cuando es así, verán también la mano de Dios en la continuidad de su amor. Y darán gracias todos los días por el don de la fidelidad conyugal.
• “Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre”. En su primera encíclica “Dios es amor”, Benedicto XVI escribió que el amor incluye el sentimiento, pero no es sólo un sentimiento. El amor es, sobre todo, un compromiso de vida. Así lo recuerda también el papa Francisco en su exhortación “La alegria del amor”.

Searching (cine recomendable)

Hace falta introducirse en el cine independiente americano para encontrarse con está interesante película. Una cinta de suspense que deja al descubierto lo que nosotros ya estamos dejando al DESCUBIERTO para todos. El rastro de nuestra información personal en internet al descubierto a través de las diversas aplicaciones y plataformas que se utilizan cotidianamente. Más que una denuncia, un aviso remarcado de las ventanas abiertas que directa o indirectamente "regalamos" a una mar de llamados amigos que en realidad son meras coincidencias cibernéticas en nuestra navegación virtual cotidiana.
Un esfuerzo por mantener al espectador pegado a la pantalla pero a la del ordenador durante los 101 minutos que dura. Porque esa es la única herramienta que veremos en la proyección de la misma. 
Una película muy recomendable para todo el público actual, en especial, para padres con hijos, adolescente, jóvenes y quienes se embelesan únicamente con las virtudes de lo tecnológico sin reflexionar más allá del entretenimiento y la información de internet.
Aquí os dejo su tráiler: