ENCUENTRO
“Yo hago un pacto con vosotros y con vuestros descendientes, con todos los animales que os acompañaron: aves, ganado y fieras; con todos los que salieron del arca y ahora viven en la tierra”. Ese pacto que Dios establece con Noé después del diluvio es una alianza de paz (Gén 9,8). Con ella, Dios desea manifestar su voluntad de recuperar la armonía del paraíso.
El paraíso no era tanto un lugar como una relación con lo otro, con los otros y con el Absolutamente Otro. Como en el principio de los tiempos, también ahora el pecado quebranta la deseable armonía del ser humano con esas relaciones que llevan a la felicidad.
Con el salmo responsorial agradecemos hoy aquel pacto de Dios con el hombre: “Tus sendas, Señor, son misericordia y lealtad para los que guardan tu alianza” (Sal 24).
En los domingos de cuaresma la primera lectura recuerda esa alianza que Dios fue sellando por medio de Noé, Abraham, Moisés, el rey Ciro y el profeta Jeremías. Al primero de esos pasos se refiere también la primera carta de Pedro que se lee en este día (1 Pe 3,18-22).
TRES PALABRAS CLAVE
Es necesario prepararnos para ir siguiendo con atención esta catequesis cuaresmal que nos lleva a descubrir y recorrer el camino de Jesús. Tres palabras nos dan la clave:
• Según el evangelio que hoy se proclama, Jesús fue guiado por el Espíritu al desierto antes de iniciar su misión. El desierto era para Israel el lugar de la prueba. Para Jesús fue la afirmación de su identidad. Para nosotros es la ocasión para redescubrir nuestra propia verdad.
• El texto dice que Jesús permaneció cuarenta días en el desierto. Este número simbólico nos recuerda a Moisés y Elías. De hecho, sugiere una vocación, una misión y la plenitud de una vida de interioridad, de meditación, de aceptación del plan de Dios.
• Además se mencionan las tentaciones. Durante su paso por el desierto, el pueblo hebreo sufrió diversas tentaciones. Jesús recorre un camino semejante. Y también nuestra fidelidad a Dios es puesta a prueba por las tentaciones que se nos presentan cada día.
TIEMPO DE GRACIA
El evangelio según Marcos dice que Jesús se dejó tentar por Satanás, pero no menciona las tres tentaciones. Sin embargo, incluye tres detalles muy importantes.
• “Vivía con las fieras y los ángeles le servían”. Con ese dato se sugiere que Jesús es el nuevo Adán. Con él retorna la armonía original. Jesús trae la paz a toda la creación. Ante su dignidad se amansan las fieras y se inclinan los ángeles.
• Después Jesús se va a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Al igual que había hecho Elías, también Jesús deja la soledad y la aspereza del desierto para proclamar a los paganos la presencia del Dios único.
• Jesús dice que ya se ha cumplido el tiempo de la espera y añade que Dios ofrece a la humanidad su realeza y su señorío. Como respuesta a su iniciativa, todos somos invitados a convertirnos y a creer. Con Jesús ha llegado la hora de la conversión y de la fe.
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