Lo de "Sant" tiene que ver con Santo; lo de "Iago" es lo que justifica que algunos de nuestros paisanos asuman ese nombre. En realidad nuestro Apóstol se llamaba Jacob, como uno de los hijos del patriarca Isaac, el hermano de Esaú. De Jacob, con los redondeos de las diversas lenguas, vienen Jacobo, Xacobo, Jacobus, Giacomo, Jacques y otros nombres semejantes.
Nuestro Santiago es Santiago el Mayor. Le llamamos así para distinguirlo de otros Santiagos, pues muchos judíos y otras personas que han heredado su cultura y mentalidad, quisieron ponerles a sus hijos el nombre del patriarca Jacob. Así, en las listas de los apóstoles, que se recogen en los Evangelios, aparece Santiago el de Alfeo entre los Doce, en un lugar menos relevante que el que ocupa su hermano Juan (el evangelista).
Entre los hijos de Zebedeo y Salomé, dos de ellos llegaron a ser discípulos de Jesús. El otro, hermano de Santiago, se llamaba Juan. Santiago y Juan, pescadores del lago de Genesaret hasta que los llamó Jesús, y eran unos jóvenes bastante inquietos.
El libro de los Hechos de los Apóstoles muestra repetidamente la actividad apostólica de Pedro y Juan, el hermano de Santiago, en la comunidad primitiva de Jerusalén. La tradición según la cual Santiago vino a anunciar el Evangelio a Occidente, se ve razonable por algunas afirmaciones del libro de los Hechos de los Apóstoles y de la carta de S. Pablo a los Gálatas. Que en el Concilio de Jerusalén se acepte que Pablo exima de la Ley judía a los llegados del paganismo se comprende desde la perspectiva de que alguno de los Doce, entre ellos muy probablemente Santiago, estuvieran también en ese camino. Esto, enlaza con otros escritos, según los cuales Santiago "difundió la luz del evangelio en España y lugares de Occidente, hasta los confines del mundo".
La labor del Apóstol Santiago continuo con el esfuerzo de dos de sus discípulos más probables, Atanasio y Teodoro, seguramente quienes le enterrarlo en el campo principal de su misión apostólica, la actual ciudad de Santiago de Compostela.
Ya en tiempos de Teodomiro, el Obispo de Iria (Galicia), el monje Pelagio y otros vecinos de Solovio, ven luces en un montículo, interpretadas como signos del lugar de sepultura del Apóstol Santiago. Allá van el Obispo y acompañantes, y encuentran los restos de tres personas, que se consideran de Santiago, Atanasio y Teodoro.
Al hacer excavaciones en la Catedral de Santiago, se encontrará, junto a los restos de estas tumbas, la sepultura del Obispo Teodomiro, con su inscripción, que había querido sepultarse junto al Apóstol.
La imagen más genuina de Santiago, es la de un apóstol que anuncia el evangelio a las gentes. Se le puede representar, según esto, con un bastón, un zurrón y un sombrero. Sin embargo se ha hecho popular la imagen de "Santiago Caballero", que alguna gente denomina "Santiago matamoros". La razón se debe a que una tradición sitúa al Apóstol luchando a caballo al lado de la cristiandad contra los musulmanes que había invadido el territorio español en la batalla de Clavijo, en el siglo IX y auspiciando la victoria cristiana.
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