Recogemos la información más relevante sobre el apóstol que nos ofrecen diversas páginas. Si deseáis el texto completo de cada una pinchar su nombre. Asimismo os ofrecemos una homilía interesante de Francisco Fernández Carvajal.
San Bartolomé fue uno de los apóstoles llamados por Jesús durante su vida terrena. Su nombre hace referencia al de su padre, de origen arameo, bar Talmay, que significa “hijo de Talmay”. Como tal, sobre Bartolomé no existen noticias relevantes, su nombre aparece dentro de la lista de los Doce pero no se encuentra incluido dentro de ninguna narración.
San Bartolomé fue uno de los apóstoles llamados por Jesús durante su vida terrena. Su nombre hace referencia al de su padre, de origen arameo, bar Talmay, que significa “hijo de Talmay”. Como tal, sobre Bartolomé no existen noticias relevantes, su nombre aparece dentro de la lista de los Doce pero no se encuentra incluido dentro de ninguna narración.
Tradicionalmente se identifica su figura con Natanael con el significado:”Dios ha dado”. Provenía de Canà y por tanto es posible testigo del milagro obrado por Jesús en aquel lugar. En el evangelio de Juan, Natanael aparece junto a Felipe, lo cual coincide con el orden que tiene Bartolomé en la lista de los apóstoles.
Precisamente Felipe dijo a Natanael sobre Jesús que había encontrado a “ese del que escribió Moisés en la ley, y también los profetas: Jesús el hijo de José, el de Nazaret”. A lo que Natael respondió si “De Nazaret podía salir algo bueno”. Así pues se confirman las expectativas judías, ya que el Mesías según ellos no podía provenir de una aldea tan oscura.
Hablando del encuentro entre Jesús y Natanael diremos que Jesús exclama: “Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño “. Cita parecida a la de un salmo donde se dice: “Dichoso el hombre… es cuyo espíritu no hay fraude”. Tras la pregunta de Natanael sobre porqué Jesús lo conocía, este último le habría contestado que lo había visto bajo la higuera antes que Felipe lo llamara.
Sobre la sucesiva actividad de Bartolomé no existen noticias precisas, aunque a partir de la edad media se impuso la narración sobre su muerte llegando a ser muy popular. De igual forma el propio Miguel Ángel, pintó a San Bartolomé en la capilla Sixtina sujetando su propia piel, lo cual aprovechó el artista para dejar su autorretrato.
Sus reliquias se veneran en la isla Tiberina, traídas por el emperador alemán Otón III. Como extracto final, se destaca de la vida de San Bartolomé, que la adhesión a Jesús puede vivirse y testimoniarse sin la realización de obras sensacionales
(cf. radiovaticana)
Según la Martiriología Romana, Bartolomé predicó en la India y en Armenia, donde murió mártir. Todavía con vida le arrancaron la piel y fue decapitado por el Rey Astyages en Derbend. Según la tradición este martirio ocurrió en Abanopolis, en la costa occidental del Mar Caspio, después de haber predicado también en Mesopotamia, Persia y Egipto.
Según Eusebius, Pantenus de Alejandría (Siglo II) encontró en la India un Evangelio de San Mateo atribuido a Bartolomé y escrito en hebreo. Dicho evangelio es apócrifo y fue condenado en el decreto de Pseudo-Gelasius.
Las reliquias de San Bartolomé, según una tradición, fueron enterradas en la isla de Lipara y eventualmente fueron trasladadas a Benevento, Italia y después a Roma donde ahora están en la Iglesia de San Bartolomé, en la "Isola San Bartolomeo" del río Tiber. Se dice que la Reina Emma, la esposa del Rey Canute entregó uno de sus brazos a Canterbury en el siglo XI.
En la iconografía se le representa con barba, un libro y un cuchillo (utilizado en su martirio).
San Bartolomé es patrón de Armenia. También de diversos gremios: los carniceros, fabricantes de libros, guantes, pieles, zapateros, sastres, mercaderes de queso, viñadores, albañiles y otros.
(cf. corazones)
Según las Actas de Felipe habría predicado en Licaonia y en la Frigia; según el Martirio de San Bartolomé, pasión legendaria de la que se conservan dos redacciones, una en griego y otra en latín, habría predicado en el Ponto y el Bósforo; según la tradición que se remonta a Panteno y recoge Eusebio en su Historia, habría predicado en las Indias, entendiendo por tales las Indias orientales, donde habría llevado el Evangelio en arameo escrito por San Mateo; o a un país vecino a Etiopía o a la Arabia Feliz, según las referencias que tomaron los historiadores Rufino y Sócrates.
Y todavía quedan leyendas más seguras que sitúan a nuestro Santo en Mesopotamia, Persia y Armenia. Allí habría predicado la fe en Areobanos, no lejos de Albak, y habría convertido a la hermana del rey, quien, en un acceso de ira, le mandó desollar vivo y decapitarlo.
(cf. mercaba)
Finalmente en este enlace podréis conocer más sobre la iglesia de san Bartolomé en la Isla Tiberina de Roma
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