Enlaces a recursos sobre el AÑO LITÚRGICO en educarconjesus

Tentaciones de Jesús

Para acercarse breve pero seriamente a la configuración y contexto cultural de los relatos de las tentaciones podéis utilizar el siguiente enlace de la Universidad Pontificia de Salamanca (apartados 9.1. y 9.2.)

Tentaciones de Jesús (animación)

¿Quieres ver la animación de este pasaje bíblico? Pincha en el fotograma extraído de "El hombre que hacía milagros" (duración: 3 minutos)

La Asunción de Villamuñío

He participado en el proyecto "El patrono de tu parroquia" con uno de los colegios en los que trabajo, en concreto con el situado en el pueblo de Villamuñío. Son pocos alumnos pero se lo han tomado en serio, ¿o no?

Reflexiones evangélicas 2ª quincena febrero

Sencillez e interioridad, cercanía y practicidad para re-gustar la Palabra de Dios (leer más... )

El arco iris y el Evangelio (CUB1-12 por JR Flecha)

Este primer domingo de cuaresma evoca la realidad del pecado. El pecado es un hecho y un ambiente que ha generado la catástrofe del diluvio. Por eso mismo, el relato bíblico refleja todos los tiempos y todos los escenarios de la humanidad. El pecado es la desarmonía del hombre consigo mismo, con la naturaleza, con sus semejantes y con el mismo Dios.

Pero la lectura del Génesis recoge también la revelación de Dios a Noé: “Hago un pacto con vosotros y con vuestros descendientes y con todos los animales que os acompañan” (Gén 9, 8-15). Dios revela su misericordia y promete fidelidad a sí mismo. Dios establece un pacto cósmico con toda la creación. En su belleza, el arco iris es una señal de paz.

Este texto es toda una meditación sobre el pecado y la gracia. Sobre la dramática alternancia del caos y el cosmos. Sobre el mal y la esperanza. La historia de la salvación del hombre no puede limitarse a evocar su maldad. Sobre ella se impone la bondad del Señor del mundo y de la historia. Siempre es posible esperar un arco iris.

EL NUEVO ADÁN

En este año, el evangelio de Marcos resume al máximo el episodio de las tentaciones de Jesús (Mc 1,12-15). Pero no lo suprime. Es más, subraya el hecho de que Jesús haya ido al desierto empujado por el Espíritu. El desierto es más que un escenario. En él se encuentra Jesús con la historia de su pueblo peregrino. Y se encuentra consigo mismo y con su misión.

El evangelio anota que Jesús se dejó tentar. En el mundo de hoy la mayor tentación es la de ignorar la tentación. Tentar a alguien es poner a prueba su verdad. La tentación pone en claro los valores por los que nos movemos. Exige un discernimiento serio y revela la orientación de nuestra libertad. A la luz de la fe, cuestiona nuestra fidelidad al Señor.

Pero el texto evangélico añade una nota interesante: en el desierto Jesús “vivía entre alimañas y los ángeles le servían”. En el desierto Jesús se revela como el nuevo Adán. El desierto es el paraíso recobrado. Llegados los tiempos mesiánicos, es posible vivir en la armonía primordial. En el desierto, los ángeles revelan la protección de Dios sobre su Hijo.

EL EVANGELIO DE DIOS

Con todo, el evangelio recuerda que, después del arresto de Juan, Jesús volvió a Galilea y proclamaba el Evangelio de Dios diciendo: “Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el evangelio”.

• “Se ha cumplido el plazo”. Con Jesús llega el cumplimiento de las promesas. La visita de Dios. Es la hora de la vigilancia atenta y de las decisiones inaplazables. Ha llegado el momento de revisar la propia existencia y de optar por los valores que valen de verdad. De optar por el único Dios que salva.

• “Está cerca el reino de Dios”. Llega el tiempo en que Dios ofrece a los hombres su cercanía y su señorío. Sólo hay una cosa importante: la entrada en el reino y la aceptación del reinado de Dios. Sólo Él nos puede liberar de todos nuestros ídolos. De todos los otros señoríos y tiranías.

• “Convertíos”. En el mensaje de Jesús, la oferta del reino por parte de Dios comporta la exigencia de un cambio de mentalidad y de valores para aceptar sin reservas su señorío. La aceptación y la espera de un reino a la vez presente y futuro determina la actitud ante los bienes e instituciones de este mundo.

• “Creed en el Evangelio”. Es la hora de aceptar la vida nueva que Dios ofrece en Jesucristo. La fe como aceptación creyente del mensaje de Dios determina la exigencia de conversión. La fe no es un asentimiento puramente intelectual. La fe implica la decisión de una vida, la orientación de la misma hacia Dios, la prontitud para seguir su voluntad.

Jesús es tentado (CUB1-12 por Fano)

Miércoles de ceniza. (Mt 6,1-18)

Con este triple criptograma se descubre lo que el evangelio de Mateo nos recomienda someramente sobre las tres virtudes que se deben cuidar en la cuaresma: LIMOSNA, ORACIÓN Y AYUNO. Aunque se facilite la referencia de la cita bíblica, sólo debe buscarse con posterioridad a la resolución de los tres secretos escondidos.

Miércoles de Ceniza. Frase-ayuda


La BIBLIA. Recursos Español/English

El primer recurso que os presento es la web www.biblechildren.org Como sobresaliente destaco dos elementos. Uno, todos los recursos podemos encontrarlos en 53 idiomas. Segundo es un trabajo desde la perspectiva de la presentación y el cómic.
Los pasajes que se recogen se trabajan como: PPT (también para PDI), PPT en blanco y negro (con o sin texto) y la cita bíblica completa tratada. Con las imágenes podéis enlazar la versión española e inglesa, respectivamente.



El segundo recurso lo encontráis en el enlace http://www.calvarycurriculum.com/childrens-curriculum-nt.php Esta web ofrece trabajar los pasajes bíblicos en inglés o español con una metodología que se repite en todas las propuestas: a) Dibujo para colorear que incluye frase clave, b) Versículo para memorizar, c) Actividades de verdadero o falso, d) Actividades de completar texto, e) Sopa de letras y f) Laberinto. Ventaja: tiene los archivos de la cita en los dos idiomas juntos lo que facilita su manejo: Enlaza con las imágenes:

En tercer lugar os enlazo una Biblia en inglés con un lenguaje bastante sencillo:

¿Cómo vivir esta Cuaresma?

La WEBCATOLICODEJAVIER nos ofrece 21 consejos fáciles de seguir para poder vivir con mayor intensidad este tiempo de la Cuaresma.

Interiorizar la Cuaresma (Mensaje 2012 Benedicto XVI)


La Cuaresma nos ofrece una vez más la oportunidad de reflexionar sobre el corazón de la vida cristiana: la caridad. En efecto, este es un tiempo propicio para que, con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos, renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario. Se trata de un itinerario marcado por la oración y el compartir, por el silencio y el ayuno, en espera de vivir la alegría pascual. (leer más)

Apoyo a la Iglesia Católica en España

La Iglesia Católica en España tiene una parte de su financiación en la que el Estado es intermediario recaudador-entregador. Es decir, en la declaración de impuestos por el trabajo anual (de asalariados o de empresas) el que la presenta puede elegir voluntariamente tres opciones para destinar el 0´7% del importe de la misma: a la Iglesia Católica, a fines sociales o el mismo porcentaje para ambos. Este año este artículo de LA RAZÓN es un resumen de lo ocurrido.

El pecado y el perdón (TOB7-12 por Flecha)

En la sociedad de hoy es muy difícil hablar del pecado. Unos ridiculizan esa misma palabra. Dicen no tener pecado y no arrepentirse de nada. Al máximo admiten tener algunos “errores”. Pero tratan de dar a entender a los demás que los errores son involuntarios. Y por tanto no se sienten responsables ni culpables.

Pero también hay otros que admiten públicamente sus propios pecados. Es más se enorgullecen de ellos. Consideran el pecado como el signo definitivo de su propia liberación de normas y prejuicios. Conceden entrevistas y aparecen en los medios de comunicación para describirlos. Y sobre todo, para contar cómo se sienten en su interior.

Hay otros muchos tipos de reacciones ante el pecado. De todas formas hay una coincidencia en una escandalosa reacción social. Mucha gente niega por todos los medios la importancia del pecado. Pero, al mismo tiempo, se ensaña despiadadamente con la persona a la que ha descubierto implicada en el pecado.

DOS GRUPOS DE PERSONAS
La liturgia de este séptimo domingo del tiempo ordinario recuerda unas palabras que el libro de Isaías pone en la boca misma de Dios dirigiéndose a su pueblo: “Yo, yo era quien por mi cuenta borraba tus crímenes, y no me acordaba de tus pecados” (Is 43,25). Los hombres dicen perdonar pero no olvidar el pecado. Pero Dios perdona y olvida.

En el evangelio de hoy se cuenta el perdón y la curación de un paralítico por parte de Jesús (Mc 2, 1-12). El texto establece una neta distinción entre dos grupos de personas. De una parte están los amigos del paralítico y de la otra los enemigos de Jesús. Los primeros hacen posible la salvación. Los segundos la niegan. Los camilleros tienen fe en la misericordia de Jesús. Los letrados se escandalizan ante esa misericordia.

Hay otra diferencia bien clara entre ambos grupos. Los camilleros han prestado atención a la necesidad de un enfermo. Además tienen imaginación y fantasía para superar las dificultades. Por eso se esfuerzan por cargar con el peso de un hermano y acercarlo a Jesús. Con ello dan a conocer su fe en el Maestro. Y, finalmente, guardan un humilde silencio.

Del otro lado están los letrados. Primero se indignan, porque Jesús no se acomoda a su modo de pensar y de actuar. Después lo acusan de blasfemia por anunciar que los pecados del paralítico quedan perdonados. Y finalmente tratan de hacer razonable su rechazo, al proclamar que sólo Dios puede perdonar. Con ello ofenden a Jesús y al paralítico .
LA SALVACION QUE NOS LEVANTA
“Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”. Esa es la respuesta final de Jesús ante el silencio respetuoso de la amistad y ante la charlatanería ineficaz de la soberbia.

• “Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”. El texto evangélico que hoy se proclama había comenzado diciendo que Jesús estaba exponiendo la palabra. Ahora se nos dice que esa palabra se dirige a una persona concreta. Y al fin se añade que las gentes no sólo la “oyeron” sino que “vieron” su eficacia.

• “Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”. A lo largo de los tiempos, la Iglesia ha tratado humildemente de vivir esa misión. Impulsada por el Espíritu de Dios, anuncia por todas partes una salvación que levanta a la persona. Es una salvación integral que la renueva cada día, en su cuerpo y en su espíritu.

• “Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”. Esa exhortación de Jesús se dirige hoy a cada uno de nosotros. Son muchos los que están cansados y agobiados, heridos y desesperanzados. El Señor nos invita a aceptar su perdón, a ponernos en pie y a reinsertarnos en la vida renovados por su perdón.

Leproso con los leprosos (TOB6 por Flecha)

“La grandeza de la humanidad está determinada esencialmente por su relación con el sufrimiento y con el que sufre. Esto es válido tanto para el individuo como para la sociedad. Una sociedad que no logra aceptar a los que sufren y no es capaz de contribuir mediante la compasión a que el sufrimiento sea compartido y sobrellevado también interiormente, es una sociedad cruel e inhumana”. Así ha escrito Benedicto XVI en su encíclica “Salvados en esperanza”.
 Los que sufren eran en tiempos de Jesús los leprosos. “Impuro, impuro!” Así tenía que gritar el leproso para que nadie se le acercara. Para que nadie se contagiara con su tremendo mal.  Según el libro del Levítico  (13, 44-46), el leproso no sólo era un enfermo repugnante. Era también una persona abandonada por la sociedad. “Vivirá sólo y tendrá su morada fuera del campamento”.  Aun estando vivo, era obligado a vivir como un muerto. El leproso, como un día lo será el apestado, es el icono más elocuente del marginado.
Pero el problema es más grave aún si se tiene en cuenta el aspecto religioso.  Ya se sabe que para la mentalidad hebrea primitiva, el mal físico se relacionaba inmediatamente con el mal moral. De forma espontánea se pensaba que el enfermo era un pecador. Así que el leproso debía de ser un pecador notable. Por tanto, parecía merecer el rechazo social.
EL ESCÁNDALO DEL GESTO
Ya al principio del evangelio de Marcos, se nos recuerda el encuentro de Jesús con un leproso (Mc 1, 40-45). El relato nos ofrece algunos detalles importantes.
- En primer lugar, el leproso conserva un resto de autoestima. Toma una iniciativa que revela su propia dignidad. Y su fe. A pesar de todas las prohibiciones de su tiempo, decide acercarse a Jesús. Y dirige al Maestro una plegaria llena de confianza: “Si quieres puedes limpiarme”.
- Además, el evangelio anota que “sintiendo lástima, Jesús extendió su mano y lo tocó”. Es muy significativa esa enumeración. Sentir lástima y compasión era y es el primer paso para reconocer el valor de la persona. Al extender la mano, se expresa la voluntad de convertir el sentimiento en acción. Y tocar al leproso era mucho más de lo que se podía esperar del Maestro.
- En tercer lugar, el evangelio incluye una frase desconcertante. El leproso queda curado. Por toda la comarca se difunde la noticia del hecho y del modo. La curación  produce admiración. Pero el tocamiento es escandaloso. Al tocar a un leproso, Jesús asume su mal y el miedo que el mal produce. Por eso “ya no puede entrar abiertamente en pueblo alguno”.
Con todo, la esperanza de los desesperados es más fuerte que las prohibiciones de los satisfechos. Jesús se ha convertido en un marginado. Y por eso acuden a él todos los enfermos y todos los proscritos.
Y LA LIMPIEZA QUE SALVA
En el centro del relato se escucha la voz de Jesús: “Quiero, queda limpio”. Esta decisión del Señor nos interpela y requiere de nosotros una profunda reflexión.
 • “Quiero, queda limpio”.  Con esas palabras Jesús cura al leproso que se acerca hasta Él. El gesto del Maestro va acompañado por una palabra luminosa y eficaz. El gesto hace evidente la voluntad del que actúa y la fuerza de la palabra. Y la palabra da sentido al gesto de Aquel que se hace cercano al enfermo.
• “Quiero, queda limpio”. También hoy, Jesús se muestra acogedor al que acude confiado a implorar su gracia y su misericordia. Él nos limpia de nuestros males y sobre todo de nuestro mal moral. Com-padece con el que padece y asume sobre sí la marginación  y el escarnio que pesa sobre el débil.
• “Quiero, queda limpio”. He ahí una consigna para la Iglesia de todos los tiempos. Salvando las distancia, esa decisión es un modelo para nuestra comunidad cristiana. Hemos sido enviados a liberar a los que sufren, aun a costa de cargar con su segregación y con la persecución de que son objeto. 

La medicina es Jesús (TOB5-12 por Fano)

Oración y Curación (TOB4-12 por JR Flecha)

“Al acostarme pienso: ¿cuándo me levantaré? Se alarga la noche y me harto de dar vueltas hasta el alba”. Esas palabras que se leen hoy en el libro de Job (Job 7, 1-7) han sido repetidas miles de veces a lo largo de los tiempos. Todos los enfermos y todos los que sufren por cualquier causa se verán reflejados en ellas.
Job representa muy al vivo la desgracia de todos los que se ven acosados por el dolor y la desgracia, por la enfermedad y la muerte. Sus protestas son legítimas y más que comprensibles. El mal es el mal por muchos adornos que tratemos de colocarle. Y la enfermedad es un fallo de la salud.  Es el fracaso de la aventura humana.
Los amigos de Job pretenden convencerle de que su mal se debe a algún pecado oculto. Como solía hacer la tradición, vinculan el mal físico al mal moral. Es verdad que en algunas ocasiones un mal comportamiento puede deteriorar la salud de la persona. Pero Dios no juega a castigar a los malos con la enfermedad.
EL TERAPEUTA
En el evangelio se recuerda el primer día de la vida pública de Jesús. Aquel primer sábado, en la sinagoga de Cafarnaúm se había encontrado ya con un enfermo que a gritos lo reconocía como el Santo de Dios. Después, al llegar a casa de Pedro y Andrés, encontraría en cama a la suegra de Pedro, aquejada por la fiebre  (Mc 1, 29-39).
Con tres verbos, el relato evangélico nos acerca a un momento importante: “Jesús se acercó, la tomó de la mano y la levantó”. Se podría decir que esas tres acciones resumen la misión de Jesús como terapeuta, tal como lo recordarán las comunidades primitivas. Jesús nos trae de parte de Dios la salud y la salvación.
En efecto, gracias a la presencia de Jesús, la enferma se levanta y se pone a servir a su familia y al huésped. Él es el liberador. Libera “de” la esclavitud del mal y libera “para” la realización del bien. Los seguidores del Maestro entenderán que su acción capacita a la persona para el servicio a los demás.
El evangelio recuerda que aquel día curó a muchos enfermos. El texto es sin duda un sumario que resume la futura actividad de Jesús. Pero también su libertad, que no se deja anular ni seducir por las demandas de la multitud. Por eso sabe retirarse a orar en la soledad. En la oración encuentra su fuerza y el sentido de su misión.
EL BUSCADO
El que ha hablado durante el día con autoridad y en la tarde ha curado con sincera compasión a los enfermos es capaz de retirarse en silencio a la aparente inacción de la plegaria.  “Todo el mundo te busca”. Eso le dicen sus discípulos al encontrarlo de madrugada después de que él se retirara a orar
• “Todo el mundo te busca”. La frase recordaba la tradición de Israel. Los hebreos fieles a la Ley de Moisés eran calificados como “los buscadores de Dios”. Ahora las gentes buscaban a Jesús. En esa búsqueda se manifestaba la fe de los creyentes, pero también la dignidad divina del Maestro.
• “Todo el mundo te busca”. La frase también evoca la sed de la humanidad que, insatisfecha con sus logros, anhela la salvación. Son muchos los que buscan un sentido para su vida. Sin saberlo, tratan de vivir de acuerdo con unos valores que se encuentran reflejados en la vida y el mensaje de Jesucristo.
• “Todo el mundo te busca”. Finalmente, la frase de los discípulos interpela también hoy a todos los cristianos. No nos salvarán ni el saber ni la técnica. No nos salvan las ideologías ni la política. No podemos salvarnos a nosotros mismos. Sólo nos salvará Jesús, el Mesías de Dios. Buscarle a Él es ponerse en el buen camino.