DICIEMBRE: ADVIENTO, inicio AÑO LITÚRGICO, NAVIDAD, fichas, manualidades, actividades, libros, humor, juegos, cómics, resúmenes, fichas, lecturas, videoclips, música... ***Si bien los materiales propios del blog están protegidos, su utilización ES LIBRE (aunque en ningún caso con fines lucrativos o comerciales) siempre que se conserve el diseño integral de las fichas o de las actividades así como la autoría o autorías compartidas expresadas en las mismas.
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Un fuego ardiente Mt 16,21-27 (TOA22-14)
“Me sedujiste, Señor, y me
dejé seducir; me forzaste y me pudiste” (Jer 20,7). Ningún texto de Jeremías es
más conocido que este que hoy se lee en la celebración de la Eucaristía.
No es fácil transmitir la
palabra de Dios a los que no la quieren escuchar. El profeta se lamenta ante
Dios porque el ejercicio de la misión recibida de él no le ha acarreado más que
burlas, desprecios y persecución.
Por eso, el profeta ha
querido también él desoír la palabra de Dios para no hablar más en su nombre.
Pero no le ha sido posible. Aquella palabra era en sus entrañas como fuego
ardiente. Hubiera deseado ignorarla, pero no le fue posible.
LA TENTACIÓN
En Cesarea de Filipo Pedro confesó a Jesús
como el Hijo de Dios. Sin embargo, aquella confesión tan explícita podía ser
ambigua. Muchos esperaban un Mesías guerrero y triunfador. Pero Jesús explicó a
sus discípulos que su camino llevaba al padecimiento, a la muerte y también a
la resurrección (Mt 16,21-27).
Pedro estaba dispuesto a
aceptar a su Maestro como el Mesías de Dios. Pero aquella perspectiva de dolor
y de muerte le inquietaba profundamente. En primer lugar, por amor a su
Maestro. Y, además, porque su ideal del Mesías no incluía el fracaso.
Las habituales traducciones
de las palabras de Jesús suenan con una tremenda dureza. Parece que Jesús
identificara a Pedro con el demonio y pretendiera arrojarlo lejos de sí.
Olvidamos que “Satanás” significa “tentador”.
El problema es que, inspirado
por Dios para reconocer a Jesús como el Mesías, Pedro no piensa como Dios, sino
como los hombres al imaginar el mesianismo de su Maestro. Jesús dice a Pedro
que no sea una piedra de tropiezo en su camino. Y que se coloque “detrás de
él”, es decir que acepte su llamada a seguir a su Maestro. “Detrás de mí”: esa es la clave.
EL SEGUIMIENTO
A esa respuesta particular
une Jesús una propuesta universal: “El que quiera venir detrás de mí, que se
niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga”. El seguimiento de Jesús
exige cambiar la mentalidad para no pensar como los hombres sino como
Dios.
• Salvar la vida y perderla.
Los hombres nos exhortan a salvar la vida a toda costa. Pero una actitud de
acedia y de pereza en la evangelización, como dice el Papa Francisco, solo nos
lleva a perder el sentido de la existencia.
• Perder la vida y
encontrarla. Por el contrario, quien se entrega por amor a Dios y por amor a su
pueblo, como recuerda también el Papa, ha encontrado el sentido más profundo de
su vida y los motivos últimos de la evangelización.
• Ganar el mundo y malograr
la propia vida. La mundanización es otra de las tentaciones del evangelizador,
según el Papa Francisco. Ganar el mundo, sus riquezas y sus honores podrá dar
alguna satisfacción pero no garantiza la fidelidad al Señor ni la felicidad
humana.
¿Habéis terminado de echarnos el sermón?
Este libro parte de una premisa: la homilía "está enferma", existen
graves deficiencias en la predicación dominical, como ya advirtiera
Benedicto XVI en la exhortación Verbum Domini. Muchas homilías son
aburridas, largas y desmotivadoras para los fieles. Mediante divertidas
anécdotas y atinados ejemplos, el autor va desgranando los defectos más
comunes en la predicación, ofrece consejos para que la homilía recobre
interés y ayude a los fieles a descubrir el sentido de la existencia
humana, y destaca las cualidades esenciales de una buena homilía:
brevedad, claridad, ejemplaridad, centralidad en Jesús y en la Palabra
de Dios. El libro presenta algunos predicadores modélicos (Bernardino de
Siena, Domingo de Guzmán, Fulton Sheen, Juan Pablo I...) y ofrece una
antología de textos sobre la predicaci n y unaamplia bibliografía sobre
el tema.
Editorial San Pablo
Autor Claudio Dalla Costa
Número de páginas: 200ISBN: 9788428545099
Precio 14 euros
15 formas de orar durante las vacaciones (Autoevaluación)
1.- Cuando te despiertes por la mañana respira hondo, sonríe, y da a un aplauso a Dios. Se lo merece.
2.- Ríete un poco de todo lo que no funciona a tu alrededor. No merece la pena que te enfades, y además con los enfados no se arregla nada. Cambia el entrecejo por la sonrisa.
3.- Conecta con Dios cuando estés en contacto con la naturaleza, cuando estés con los amigos o en familia, cuando estés a solas. El siempre está a la escucha. No trabajes sólo por El, aprende a gozar estando con El.
4.- Cuando te encuentres con alguien, ten siempre en la mochila una historia de salvación y de bienaventuranza para contar. Como María, ¿recuerdas?
5.- Mantén una línea de creatividad y de belleza en lo que haces, piensas o compartes. Ya sabes que el ejercicio desentumece los músculos y que la belleza es una de las formas más bonitas de contar a Dios.
6.- Crea en torno a ti un espacio ecológico donde se respeten especies tan raras como la reconciliación, la tolerancia, el respeto, la sensibilidad, el cariño.
7.- Dedica tiempos para estar contigo y para descansar. Te lo mereces. No cruces deprisa el camino del corazón y haz fiesta.
8.- Abre tus manos para compartir la vida. Siempre queda algo de fragancia en la mano del que ofrece rosas.
9.- Pon el adjetivo “samaritano” a tu comunidad cristiana, a tu familia, a tus amigos, a tu corazón. Además de quedar bonito, tiene y comunica el buen olor de Jesús.
10.- Apúntate cada día al Evangelio. Procurar dedicar al menos un minuto a leer una frase del Evangelio. Míralo como un hermoso proyecto para la humanidad del siglo XXI.
11.- Entra cada día en la presencia de María y en ella contempla un principio de gozo y plenitud, de belleza y esperanza.
12.- Sé la expresión viva de la amabilidad de Dios. Regala siempre una sonrisa a quien encuentres en tu camino.
13.- No comiences la jornada sin tomar conciencia de que Dios está contigo. Y cuando llegue la noche, abandónate en sus brazos.
14.- Lleva siempre en los labios una palabra de esperanza, en tus manos un gesto de paz, en tus pies un alivio para los que están en las orillas.
15.- Cuida la vida, cuida toda vida. Es una hermosa forma de parecerte a Jesús.
2.- Ríete un poco de todo lo que no funciona a tu alrededor. No merece la pena que te enfades, y además con los enfados no se arregla nada. Cambia el entrecejo por la sonrisa.
3.- Conecta con Dios cuando estés en contacto con la naturaleza, cuando estés con los amigos o en familia, cuando estés a solas. El siempre está a la escucha. No trabajes sólo por El, aprende a gozar estando con El.
4.- Cuando te encuentres con alguien, ten siempre en la mochila una historia de salvación y de bienaventuranza para contar. Como María, ¿recuerdas?
5.- Mantén una línea de creatividad y de belleza en lo que haces, piensas o compartes. Ya sabes que el ejercicio desentumece los músculos y que la belleza es una de las formas más bonitas de contar a Dios.
6.- Crea en torno a ti un espacio ecológico donde se respeten especies tan raras como la reconciliación, la tolerancia, el respeto, la sensibilidad, el cariño.
7.- Dedica tiempos para estar contigo y para descansar. Te lo mereces. No cruces deprisa el camino del corazón y haz fiesta.
8.- Abre tus manos para compartir la vida. Siempre queda algo de fragancia en la mano del que ofrece rosas.
9.- Pon el adjetivo “samaritano” a tu comunidad cristiana, a tu familia, a tus amigos, a tu corazón. Además de quedar bonito, tiene y comunica el buen olor de Jesús.
10.- Apúntate cada día al Evangelio. Procurar dedicar al menos un minuto a leer una frase del Evangelio. Míralo como un hermoso proyecto para la humanidad del siglo XXI.
11.- Entra cada día en la presencia de María y en ella contempla un principio de gozo y plenitud, de belleza y esperanza.
12.- Sé la expresión viva de la amabilidad de Dios. Regala siempre una sonrisa a quien encuentres en tu camino.
13.- No comiences la jornada sin tomar conciencia de que Dios está contigo. Y cuando llegue la noche, abandónate en sus brazos.
14.- Lleva siempre en los labios una palabra de esperanza, en tus manos un gesto de paz, en tus pies un alivio para los que están en las orillas.
15.- Cuida la vida, cuida toda vida. Es una hermosa forma de parecerte a Jesús.
Fuente: www.cipecar.org
Los porqués de la Biblia
¿Por qué los hermanos de José le odiaban tanto? ¿Por qué Jesús dice a
las personas desafortunadas que son dichosas? ¿Por qué resucitó Jesús de
noche, sin que nadie lo viera? Si no se puede pronunciar el nombre de
Dios, ¿cómo vamos a llamarlo? ¿Adán vivió realmente 930 años?... Estas y
otras muchas cuestiones pueden surgir acerca de la Biblia. La tradición
hebrea cree que el mejor modo para adquirir la sabiduría de la
Escritura es hacer preguntas al texto sagrado. En este libro, la s
preguntas de los niños guían al lector en el descubrimiento de la Bi
blia y de sus misterios. Todo ello en 110 preguntas procedentes de la
experiencia cotidiana de la autora.
Editorial San Pablo
Autor: Roberta Taverna y Pietro Puccio (ilustrador)
Número de páginas: 152
ISBN: 9788428533171
Precio 18 euros
Número de páginas: 152
ISBN: 9788428533171
Precio 18 euros
Las llaves del Reino Mt 16,13-20 (TOA21-14)
“Colgaré de su hombro la
llave del palacio de David; lo que él abra nadie lo cerrará, lo que él cierre
nadie lo abrirá” (Is 22,22). Después de un oráculo contra Sobná, mayordomo del
palacio real, el profeta Isaías incluye otro oráculo a favor de Eliacín, que le
ha de suceder en el cargo. La llave es el símbolo del poder que se le otorga en
el palacio.
Es cierto que Eliacín
tampoco será fiel a su oficio. Seguramente se dejó llevar por las exigencias de
su propia familia. El profeta sugiere que con el tiempo este nuevo
administrador sería incapaz de sostener esa carga que su familia impuso sobre él.
El Apocalipsis atribuye a Cristo esa llave de
David (Ap 3,7). Y con ese hermoso título se proclama a Jesucristo en una de las grandes antífonas del
Adviento.
LA PREGUNTA
Según el evangelio que hoy
se proclama, Jesús se ha retirado con sus discípulos a la región de Cesarea de
Filipo (Mt 16,13-20). Se ve que el Maestro ha querido buscar un lugar de
descanso junto a las fuentes del Jordán y a las abundantes cascadas a las que
ya se refería un levita desterrado (Sal 42,8).
En ese lugar Jesús dirige a sus discípulos dos
preguntas fundamentales. Lo eran ya para ellos y lo serán siempre para todo
cristiano.
• “¿Quién dice la gente que
es el Hijo del Hombre?” Esa pregunta no requiere la fe. Para responder basta la
información. Los discípulos refieren que las gentes identifican a Jesús con
Juan Bautista, con Jeremías o uno de los profetas.
• “¿Y vosotros quién decís
que soy yo?” Esa pregunta interpela personalmente al discípulo. Exige una
respuesta en la que dé cuenta de la propia fe. Simón Pedro respondió: “Tú eres
el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.
LA PROMESA
En su diálogo con Pedro,
Jesús afirma que la respuesta de la fe no es posible si no es revelada por el
Padre celestial. Como dice el Catecismo
de la Iglesia Católica, “Sobre la
roca de esta fe confesada por Pedro, Cristo ha construido su Iglesia” (CCE
424). Y añade una promesa y dos
consecuencias.
• “Te daré las llaves del
reino de los cielos.” La promesa de Jesús recuerda la profecía de Isaías sobre
Eliacín. “El poder de las llaves designa la autoridad para gobernar la casa de Dios que es la
Iglesia” (CCE 553).
• “Lo que ates en la tierra
quedará atado en los cielos.” Según el
mismo Catecismo, “el poder de atar y
desatar significa la autoridad para absolver los pecados, pronunciar sentencias
doctrinales y tomar decisiones disciplinares en la Iglesia” (CCE 553).
• “Lo que desates en la
tierra quedará desatado en los cielos”. Evocando estas palabras, de nuevo el Catecismo nos recuerda que “la
reconciliación con la Iglesia es inseparable de la reconciliación con Dios”
(CCE 1445).
Los Salmos para niños
Este libro ofrece a los niños una oportunidad única para acercarse a los
Salmos, textos bíblicos escritos hace miles de años que expresan lo
esencial del alma humana: sus temores y sus penas, y también la alegría
de sentirse vivo y la gratitud hacia el Creador. Cada Salmo aparece
acompañado de un breve comentario explicativo adaptado al lenguaje
infantil y de una bonita ilustración realizada por la autora, que
permiten a los niños familiarizarse con estas oraciones de forma amena y
divertida.
Editorial San Pablo
Autor: Carmen Mª Hernández Alonso
96 páginas
ISBN: 9788428544429
Precio 4´50 euros
96 páginas
ISBN: 9788428544429
Precio 4´50 euros
Para reir y rezar
Este libro, divertido, alegre y al mismo tiempo profundo, es el
resultado de la vida, larga e intensa, de su autor. Son anécdotas
vividas por él, en diversos lugares de España, de Inglaterra, de
Paraguay o de Chile.
El lector entra en el libro con suavidad, llevado por una prosa sencilla y luminosa. Son historias breves, pero llenas de humor y de optimismo cristiano. Se habla de prostitutas que, si les tocaran millones a la lotería, los darían para los niños pobres. O del Ministro de Agricultura, en el Paraguay de Stroessner, que cuando una comisión internacional le recomendó tener cuidado con el monocultivo, respondió públicamente que él sabía muy bien cómo enfrentarse a los monos, a tiros y nada de trampas ni productos químicos. O del bigotudo policía municipal que insultó gravemente a un conductor por equivocarse de calle y luego resultó que dicho conductor era el Juez de Primera Instancia de aquella ciudad. O de la joven madre de Somalia, que devolvió los tres caramelos que le habían dado para su hijo, cuando el hijo murió. O de cómo se arreglaban tres albañiles españoles en Londres, para decir en inglés el nombre, dificilísimo, de la estación de Metro a la que iban. O del preso que no se suicidaba para no darles ese gusto a quienes no lo podían ver...
Después de cada anécdota, se sugieren algunas ideas para meditar sobre lo que se ha leído y así acercarse más a Dios o aprender algo importante sobre psicología o sobre educación.
El lector entra en el libro con suavidad, llevado por una prosa sencilla y luminosa. Son historias breves, pero llenas de humor y de optimismo cristiano. Se habla de prostitutas que, si les tocaran millones a la lotería, los darían para los niños pobres. O del Ministro de Agricultura, en el Paraguay de Stroessner, que cuando una comisión internacional le recomendó tener cuidado con el monocultivo, respondió públicamente que él sabía muy bien cómo enfrentarse a los monos, a tiros y nada de trampas ni productos químicos. O del bigotudo policía municipal que insultó gravemente a un conductor por equivocarse de calle y luego resultó que dicho conductor era el Juez de Primera Instancia de aquella ciudad. O de la joven madre de Somalia, que devolvió los tres caramelos que le habían dado para su hijo, cuando el hijo murió. O de cómo se arreglaban tres albañiles españoles en Londres, para decir en inglés el nombre, dificilísimo, de la estación de Metro a la que iban. O del preso que no se suicidaba para no darles ese gusto a quienes no lo podían ver...
Después de cada anécdota, se sugieren algunas ideas para meditar sobre lo que se ha leído y así acercarse más a Dios o aprender algo importante sobre psicología o sobre educación.
Editorial Desclée de Brouwer
Autor Manuel Segura
ISBN 9788433026989
Páginas 108
Precio 12 euros
¡Qué grande es tu fe! Mt 15,21-28 (TOA20-14)
“A los extranjeros que se
han dado al Señor… los traeré a mi Monte Santo y los alegraré en mi casa de
oración”. Así decía un oráculo introducido en el libro de Isaías (Is 56, 6-7).
Se dice con frecuencia que Israel odiaba a los extranjeros. Pero hay en los
profetas una tradición que proclama la
universalidad de la fe y de la salvación.
En este caso se propone que
los prosélitos extranjeros sean admitidos en la comunidad siempre que acepten
la alianza de Dios y se mantengan fieles a la fe y a los ritos propios de
Israel.
Se percibe así que la
comunidad de Israel no está definida por
la herencia de la sangre sino por la comunión en la misma fe, en la misma
oración y en la misma esperanza.
EL ENCUENTRO
El evangelio recuerda el
encuentro de Jesús con la mujer cananea
(Mt 15,21-28). Su gesto y su grito la identifican como la mujer
dolorida, la orante tenaz, la creyente sincera.
Su hija estaba enferma. El
texto nos recuerda que cuando una persona enferma, todos en su casa enferman de
algún modo. Nada será igual en la rutina de cada día. Las relaciones cambian y
se complican. Todos dependen de todos. Y todos han de apoyarse en todos.
En la mujer cananea se
muestra la madre que dio la vida soñada y busca la salud para la vida
amenazada. Ella nos recuerda que la enfermedad es personal e intransferible. Y
que la salud ha de ser integral y verdadera o nunca lo será.
“¡Ten piedad de mí, Señor,
hijo de David! Mi hija está malamente endemoniada.” Así ora en su dolor. A su
plegaria sólo responde el silencio de Jesús y el apremio de sus discípulos que
pretenden liberar a su Maestro de los mendigos de pan y de salud: “Concédeselo,
que viene gritando detrás de nosotros.”
EL DIÁLOGO
El diálogo de esta mujer con
Jesús es un modelo de oración y una revelación del proyecto salvador de Dios.
• “No he sido enviado más
que a las ovejas perdidas de la casa de Israel.” La primera respuesta de Jesús
resume la concepción mesiánica del pueblo hebreo. Pero la mujer pagana insiste en la súplica
que la ha sacado a los caminos: “¡Señor, socórreme!”.
• “No está bien tomar el pan
de los hijos y echárselo a los perritos.” Esta segunda respuesta de Jesús
presenta una nueva dificultad. ¡Quién nos diera el tono exacto de aquella
insinuación! Seguramente hay en ella una alusión a un refrán popular.
• “Sí, Señor, pero también
los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.” La mujer
retoma aquella imagen. Cuando hay pan lo hay para todos. Y cuando hay gracia a
todos alcanza y se desborda. La misericordia suplicada acerca y redime al
suplicante.
• “Mujer, grande es tu fe;
que te suceda como deseas.” La tercera respuesta de Jesús reconoce que la fe
llevó a la mujer a buscarle. La fe la
enseñó a orar. Y la fe la ayudó a interpretar su propia suerte con ese humor
tan cercano a la humildad.
Disfruta con las Parábolas
Este libro es una recopilación de las parábolas más
significativas de la Biblia explicadas de forma fácil y sencilla para
que los niños y niñas entiendan el mensaje de cada una de ellas. Además,
cada parábola va acompañada de una reflexión y de una actividad o
manualidad que complementa el valor o enseñanza que quería transmitir
Jesús y la aproxima a la actualidad. Es un libro lleno de ideas
originales y divertidas que permitirá disfrutar a niños, padres y
profesores con el aprendizaje de la palabra de Jesús. Una buena ayuda
para trabajar en familia, en las escuelas, en los centros lúdicos o en
la catequesis.
Editorial Edebé
Autor/a: Berta García SabatésIlustrador/a: Francesc Rovira
ISBN: 978-84-236-8322-2
№ páginas: 192
PVP: 14,15 €
Disfruta con la Biblia
Disfruta con la Biblia comprende 43 episodios: 25 del Antiguo Testamento
y 18 del Nuevo. Cada episodio está acompañado de recetas, manualidades,
juegos, curiosidades y otras propuestas que refuerzan su mensaje
principal. En definitiva, el libro que tienes en tus manos está lleno de
ideas originales y divertidas, que resultan muy útiles para trabajar en
familia, en las escuelas, en los centros lúdicos o en la catequesis.
Editorial Edebé
Autor/a: Berta García Sabatés
Ilustrador/a: Francesc Rovira ISBN: 978-84-236-7070-3
№ páginas: 96
Tamaño real: 27 x 22,5
PVP: 14,15 €
El viento y la brisa, el mar y el temor Mt 14,22-33 (TOA19-14)
“Sal y aguarda al Señor en
el monte, que el Señor va a pasar”. Así suena la voz que Dios dirige al profeta
Elías, según se lee en la primera lectura de la misa de este domingo (1 Re
19,11). Elías fue elegido para restablecer
la fe en el verdadero Dios, en un momento en que el poder político había
protegido y difundido el culto a Baal.
Consciente de su misión, Elías se dirige al monte
Horeb. Bien sabe él que allí Dios se había revelado a Moisés y había ofrecido
una alianza a su pueblo. Era preciso volver a los orígenes y reaprender el
camino de la fe y de la fidelidad al Dios de la liberación.
Elías esperaba descubrirlo en los grandes
fenómenos de la naturaleza. Pero Dios no se presentó en el huracán ni en el
terremoto ni en el fuego. Dios se mostraba finalmente en el suave susurro de la
brisa.
Buena lección para los que
esperamos una manifestación aparatosa de Dios y, mientras tanto, no prestamos
atención a sus manifestaciones diarias.
EL
MAR Y EL TEMOR
El
viento huracanado aparece también en el evangelio que hoy se proclama. Mientras
Jesús se retiró a orar a solas en el monte, sus discípulos navegaban en la
barca, “sacudida por las olas porque el viento era contrario” (Mt 14,24).
El
relato parece una parábola en acción. El mar representa con frecuencia la
fuerza del mal. En el mar encrespado, los discípulos se creen olvidados por su
Maestro. Navegan con dificultad y, cuando ven a Jesús caminando sobre el mar,
piensan que es un fantasma.
El
Señor tiene una palabra de aliento para los que ha elegido: “¡Ánimo, soy yo, no
tengáis miedo!” Pedro quiere llegar a Jesús caminando también él sobre el mar.
Pero el viento le atemoriza y comienza a hundirse. En ese momento invoca a su
Maestro: “Señor, sálvame”.
Sólo
la mano de Jesús lo mantendrá a flote.
Es necesario reconocer su presencia aun cuando brama el temporal. En los
tiempos de serenidad y en la hora de la persecución.
FE Y CONFIANZA
Sólo cuando
Jesús y Pedro suben a la barca, amaina el viento. Pasado el miedo, reaparece la
fe de los discípulos.
• “Realmente
eres Hijo de Dios”. Esa es la confesión de los discípulos. Jesús no los ha
ignorado. No se desentiende de esa barca que representa y preanuncia a su
Iglesia. Él está cerca de ella, aun en los momentos más difíciles.
• “Realmente
eres Hijo de Dios”. Jesús no es un fantasma. Sólo la falta de fe nos lleva a
imaginarlo de ese modo. En medio de las borrascas de este mundo camina sereno
el que es el Señor de la historia. En él, la voluntad de Dios se manifiesta
sobre el mal y el pecado.
• “Realmente
eres Hijo de Dios”. En Jesús se manifiesta el poder y la bondad de Dios. Él es
el Hijo de Dios. Es el Maestro y el hermano de sus discípulos. Esta barca de la
Iglesia ha de presentarse como un lugar de salvación y de acogida para los
náufragos de hoy.
Ética para ser persona
Este libro está escrito para todo ser
humano preocupado por su condición de persona. Ser persona es la
condición que nos convierte en algo distinto a lo puramente instintivo
y, por tanto, animal; y, por otra parte, todo aquello que nos aleja de
la condición de objeto y nos reafirma en la de sujeto. Lo verdaderamente
determinante para ser persona es la capacidad de desarrollar una
dimensión moral. Un ser humano se convierte en persona cuando es capaz
de analizar su propia conducta y sacar conclusiones sobre la misma, lo
que le permite elaborar su conciencia.
Autor: Luis Miguel Notario Redondo
Editorial CCS
296 páginas
ISBN: 978-84-9023-077-0
Precio 22 euros
Mamá ¿Dios es verde? Mª Ángeles Robles Romero
La pregunta que le hizo Miguel, de 7 años, a su madre al contemplar la
inmensidad y la belleza del mar en el Algarve dio origen y título a este
libro, que recoge las conversaciones entre ambos sobre Dios y la fe y
desgrana, con imágenes y palabras nuevas, a medida de los hombres y
mujeres de hoy, conceptos como el ser todopoderoso de Dios, la Trinidad,
el infierno, el seguimiento de Jesús, los milagros, la veracidad de la
Biblia, la Navidad, la existencia de las diferentes religiones, la duda
existencial, la Pasión, la Eucaristía, la Iglesia y su renovación, el
compromiso con los pobres, los sacramentos, las virtudes y las
bienaventuranzas. El resultado final no es sólo una conversación, sino
una ayuda para muchos padres de hoy que se encuentran perdidos a la hora
de transmitir la fe a sus hijos, que quieren hacerlo pero no hallan las
fórmulas o herramientas adecuadas para hacerlo.
Editorial S. Pablo
160 páginas
ISBN 978-842854197-8
Precio: 15 euros
Panes y peces Mt 14,13-21 (TOA18-14)
“Oíd, sedientos todos,
acudid por agua también los que no tenéis dinero. Venid, comprad trigo, comed
sin pagar vino y leche de balde”. Así invita Dios a su pueblo, según la
profecía incluida en el libro de Isaías (Is 55,1-3) que se proclama en este
domingo.
De sobra sabemos que en este mundo nadie da
nada de balde. La comida es muy escasa en muchos países. La hambruna apenas
disminuye, mientras avanza el desierto o las guerras acaban con los cultivos y
los ganados.
Si Dios ofrece comida y
bebida gratuitamente es que hemos entrado en el ámbito de lo extraordinario, de
lo divino. El profeta pretende asegurar al pueblo de Israel, ya liberado del
exilio, que la alianza que Dios ha hecho con él permanece firme.
LOS CESTOS DE LAS SOBRAS
En
el evangelio de hoy se recuerda el episodio de “la multiplicación de los panes”
(Mt 14, 13-21). Es un relato que nos lleva a anticipar el misterio de la
Eucaristía, por el que Jesús se nos entrega como alimento para el camino.
Jesús ha atravesado el mar de Galilea. Al
desembarcar ve la multitud que le ha seguido por tierra y le dio lástima. Al
atardecer, los discípulos quisieron despedir a las gentes para que fueran a las
aldeas y se compraran algo de comer.
Aceptando los
cinco panes y los dos peces que tienen los discípulos, Jesús los parte y los
reparte para que los discípulos los distribuyan entre la gente. Los doce cestos
llenos de las sobras evocan el don del maná con que Dios había alimentado a su
pueblo en el desierto.
CORAZÓN Y VOLUNTAD
Hoy y siempre
nos interpelan directamente las palabras que Jesús dirige a sus discípulos.
• “Dadles
vosotros de comer”. Ese mandato no puede dejarnos indiferentes. Los bienes que
nos sobran pueden saciar a los hambrientos de medio mundo. Ninguno de nosotros
puede limitarse a volver la vista a otra parte. No podemos ignorar que son
nuestros hermanos.
• “Dadles
vosotros de comer”. Ese mandato implica a la Iglesia entera. De hecho mantiene
su presencia cercana y generosa allí donde ninguna organización se atreve a
llegar. Esa generosidad responde a su ser y su misión en el mundo.
• “Dadles
vosotros de comer”. Ese mandato afecta a todas las personas e instituciones de
nuestro mundo, cristianas o no. Jesús no es un patrimonio exclusivo de los
cristianos. Su mensaje es universal, precisamente por estar atento a las
carencias concretas del hombre.
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