Este último anuncio del Paráclito en el discurso de despedida del evangelio de Juan responde a la alta teología del cuarto evangelio. ¿Qué hará el Espíritu? Iluminará. Sabemos que no podemos tender hacia Dios, buscar a Dios, sin una luz dentro de nosotros, porque los hombres tendemos a apgar las luces de nuestra existencia y de nuestro corazón. El será como esa "lámpara de fuego" de que hablaba San Juan de la Cruz en su "Llama de amor viva".
Es el Espíritu el que transformará por el fuego, por el amor, lo que nosotros apagamos con el desamor. Aquí aparece el concepto "verdad", que en la Biblia no es un concepto abstracto o intelectual; en la Biblia, la verdad "se hace", es operativa a todos los niveles existenciales, se siente con el corazón. Se trata de la verdad de Dios, y esta no se experimenta sino amando sin medida. Lo que el Padre y el Hijo tienen, la verdad de su vida, es el mismo Padre y el hijo, porque se relacionan en el amor, y la entregan por el Espíritu. Nosotros, sin el amor, estamos ciegos, aunque queramos ser como dioses.
Fray Miguel de Burgos Núñez
Fuente https://www.dominicos.org/predicacion/homilia/12-6-2022/comentario-biblico/miguel-de-burgos-nunez/
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